10/02/2021, 13:41
Se vivieron momentos de absoluta tensión y de un silencio incómodo después de haber realizado aquella simple pregunta. Eri parecía empezar a volver en si misma después de que Kumopansa desapareciera de su vista y de la de todos los demás, lo cual eran buenas noticias. Hasta cierto punto, claro, sin Kumopansa yo era más débil. Nadie supo responderme, es decir, nadie de los que esperaba que me diesen una respuesta.
El suelo empezó a resquebrajarse bajo mis pies.
«¡Mierda!»
Ni siquiera pude reaccionar a tiempo cuando un par de manos surgieron del suelo y apresaron mis tobillos. Definitivamente, con Kumopansa hubiese tenido la oportunidad de revolverme y tratar de liberarme de la presión de aquellas manos. Con una fuerza digna de mención me hundió en el jodido suelo de tal forma que solo mi cabeza quedaba visible, mientras que el resto de mi cuerpo yacía bajo tierra.
— Maldito hijo de la gran puta, vas a morir aquí mismo — dije, iracundo y después dirigí la mirada a Eri — vuelve a hacerlo y asegurate de no fallar esta vez
El frío metal de la guadaña de Akashi hizo un leve corte en mi mejilla y fue entonces cuando mi vista se volvió a Daruu y pensé si había pasado lo mismo con él que conmigo. Sacudí la cabeza, solo era un corte. Pero volví a recordar las palabras del gato enorme que decían que no podíamos herir a ese hijo de la gran puta. Las cadenas riompieron el silencio, buscando apresar a nuestro enemigo.
—¡BASTA!
«Por favor, no falles»
El suelo empezó a resquebrajarse bajo mis pies.
«¡Mierda!»
Ni siquiera pude reaccionar a tiempo cuando un par de manos surgieron del suelo y apresaron mis tobillos. Definitivamente, con Kumopansa hubiese tenido la oportunidad de revolverme y tratar de liberarme de la presión de aquellas manos. Con una fuerza digna de mención me hundió en el jodido suelo de tal forma que solo mi cabeza quedaba visible, mientras que el resto de mi cuerpo yacía bajo tierra.
— Maldito hijo de la gran puta, vas a morir aquí mismo — dije, iracundo y después dirigí la mirada a Eri — vuelve a hacerlo y asegurate de no fallar esta vez
El frío metal de la guadaña de Akashi hizo un leve corte en mi mejilla y fue entonces cuando mi vista se volvió a Daruu y pensé si había pasado lo mismo con él que conmigo. Sacudí la cabeza, solo era un corte. Pero volví a recordar las palabras del gato enorme que decían que no podíamos herir a ese hijo de la gran puta. Las cadenas riompieron el silencio, buscando apresar a nuestro enemigo.
—¡BASTA!
«Por favor, no falles»
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa