12/02/2021, 17:30
La pelirroja estaba entre la guadaña y la pared. Podía sentirlo. Podía sentir su desesperación y su terror perlando su piel de sudor frío. Podía ver el brillo de la incomprensión destellando en sus ojos celestes, llorosos. Era, precisamente, como quería verla. Como a cualquiera otra de sus víctimas. El temor a la muerte, a la Muerte Sangrienta, era lo que a él le mantenía vivo.
—¡BASTA!
La sádica sonrisa de Akashi se ensanchó aún más, como la de una calavera. Pero entonces sintió algo cerrándose en torno a sus tobillos.
—¡¿Qué cojones?! —Akashi miró hacia abajo, y sus ojos se abrieron como platos al ver aquellas dos extraños tentáculos de agua fijándolo al suelo. Había bajado la guardia, ¡se había concentrado demasiado en los otros dos mocosos dando por hecho que el otro estaría demasiado moribundo como para seguir resistiéndose! Y antes de que pudiera sacudir su guadaña para cortar los tentáculos y liberarse, vio por el rabillo del ojo que la muchacha volvía a la carga con esas condenadas cadenas suyas. Con una le apartó la guadaña a un lado y la mandó volando por los aires, la otra volvió a enroscarse en torno a su torso y su brazo libre como una serpiente constrictora. Pero Akashi no estaba dispuesto a rendirse: sacudió su único brazo libre contra Eri, liberando una corriente de aire con forma de cuchilla—. ¡Yo no puedo morir! ¡La Muerte está conmigo! ¡Sois vosotros los que os reuniréis pronto con ella! ¡HAHAHAHAHAHA!
—¡BASTA!
La sádica sonrisa de Akashi se ensanchó aún más, como la de una calavera. Pero entonces sintió algo cerrándose en torno a sus tobillos.
—¡¿Qué cojones?! —Akashi miró hacia abajo, y sus ojos se abrieron como platos al ver aquellas dos extraños tentáculos de agua fijándolo al suelo. Había bajado la guardia, ¡se había concentrado demasiado en los otros dos mocosos dando por hecho que el otro estaría demasiado moribundo como para seguir resistiéndose! Y antes de que pudiera sacudir su guadaña para cortar los tentáculos y liberarse, vio por el rabillo del ojo que la muchacha volvía a la carga con esas condenadas cadenas suyas. Con una le apartó la guadaña a un lado y la mandó volando por los aires, la otra volvió a enroscarse en torno a su torso y su brazo libre como una serpiente constrictora. Pero Akashi no estaba dispuesto a rendirse: sacudió su único brazo libre contra Eri, liberando una corriente de aire con forma de cuchilla—. ¡Yo no puedo morir! ¡La Muerte está conmigo! ¡Sois vosotros los que os reuniréis pronto con ella! ¡HAHAHAHAHAHA!
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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