5/03/2021, 02:55
El niño hizo caso omiso a las recomendaciones del Kaguya respecto a comer más despacio y siguió engullendo la comida a toda velocidad, no sin toser levemente en algún momento por atragantarse.
—Eiji que te parece si me cuentas un poco de tus viajes con tu padre, la verdad es que no he visto mucho fuera de la aldea y el bosque.
Eiji miró curioso al shinobi y aceptó de buen grado el refresco, el cual le ayudó a pasar la comida.
—Pues... ¿Qué quieres que te cuente exactamente? La verdad es que no he viajado tanto como él, creo que ha visto todo Ōnindo. Pero yo no he viajado a más lugares que el País de la Tormenta y al del Rayo. —Quedó pensativo unos instantes. —¿Has visitado el Árbol Sagrado o Tane-Shigai al menos?
—Eiji que te parece si me cuentas un poco de tus viajes con tu padre, la verdad es que no he visto mucho fuera de la aldea y el bosque.
Eiji miró curioso al shinobi y aceptó de buen grado el refresco, el cual le ayudó a pasar la comida.
—Pues... ¿Qué quieres que te cuente exactamente? La verdad es que no he viajado tanto como él, creo que ha visto todo Ōnindo. Pero yo no he viajado a más lugares que el País de la Tormenta y al del Rayo. —Quedó pensativo unos instantes. —¿Has visitado el Árbol Sagrado o Tane-Shigai al menos?