9/03/2021, 21:43
—Pues aunque no te lo creas, no he visto nada más que esta villa y un pequeño segmento del gran Bosque de Hongos. —Confesó. —¿Qué te parecería contarme tus visitas mientras reposamos la comida? Así hacemos tiempo hasta que abra un sitio al que quiero llevarte después.
El niño se quedó pensativo, rascándose la cabeza mientras barajaba de que viaje le hablaba primero.
—Pues... —Chasqueó los dedos, ya sabía por dónde empezar. —Tienes que visitar sin falta Tane-Shigai, ¡está toda construida sobre los árboles! —Explicó con emoción. —Además el Palacio del Daimyō está recubierto con unos cristales que dejan a la luz de las llamas iluminar toda la ciudad y por la noche es precioso.
Eiji aún recordaba con cariño la primera vez que entró a aquel edificio en una fiesta, todo parecía sacado de un cuento.
—Aunque ahora que lo pienso... Se parece a una naranja gigante. —Bromeó acompañándolo de una gran carcajada.
El niño se quedó pensativo, rascándose la cabeza mientras barajaba de que viaje le hablaba primero.
—Pues... —Chasqueó los dedos, ya sabía por dónde empezar. —Tienes que visitar sin falta Tane-Shigai, ¡está toda construida sobre los árboles! —Explicó con emoción. —Además el Palacio del Daimyō está recubierto con unos cristales que dejan a la luz de las llamas iluminar toda la ciudad y por la noche es precioso.
Eiji aún recordaba con cariño la primera vez que entró a aquel edificio en una fiesta, todo parecía sacado de un cuento.
—Aunque ahora que lo pienso... Se parece a una naranja gigante. —Bromeó acompañándolo de una gran carcajada.