11/03/2021, 15:22
(Última modificación: 11/03/2021, 15:28 por Sasagani Yota. Editado 1 vez en total.)
Eri no tardó en tomarme la palabra y salió como una exhalación de aquella cueva que por momentos se había antojado como nuestra tumba. Sin embargo la unión de las tres Grandes Aldeas shinobi y, especialmente, los fuinjutsus de Eri pudieron contrarrestar la amenaza que representó Akashi. Mientras tanto, el gato que había invocado el amejin reclamó mi atención.
Pero también le agradecería que dejase las apreciaciones para otro momento y sobretodo que no se le ocurra cargar con un herido sin antes aplicarle unos primeros auxilios básicos. Hágale un torniquete en la herida o me temo que ninguno de los dos volveremos a hablarle.
El animal alzó sus patas dejando a la vista sus visible garras, dejando a las claras que aquello era algo que no podía hacer.
— Joder, es verdad. A ver qué podemos hacer con esto...
Me acuclillé ante Daruu y traté de tumbarlo boca arriba. Aquel corte en el pecho fue realmente duro.
— Tranquilo, chaval, hoy no vas a morir
Saqué el kunai de mi mecanismo oculto en el brazo derecho para subir su camiseta y rajarla y poder trabajar sin nada de por medio. Luego volví a introducir el kunai en su lugar de origen. Me froté las manos y suspiré, tratando de relajarme, sentir su vida en mis manos no era tranquilizador, precisamente.
— Vale, vamos allá
Usé mis telarañas para ir taponando aquel gran corte. Obviamente nos ería suficiente con una, así que hice varias tiras, las cuales fui anudando pasandolas por su espalda hasta tener la herida completamente taponada. De esta forma podría cargar con él y regresar a Yachi y reunirme con Eri y el médico.
— Bueno, ¿qué tal así?
Pero también le agradecería que dejase las apreciaciones para otro momento y sobretodo que no se le ocurra cargar con un herido sin antes aplicarle unos primeros auxilios básicos. Hágale un torniquete en la herida o me temo que ninguno de los dos volveremos a hablarle.
El animal alzó sus patas dejando a la vista sus visible garras, dejando a las claras que aquello era algo que no podía hacer.
— Joder, es verdad. A ver qué podemos hacer con esto...
Me acuclillé ante Daruu y traté de tumbarlo boca arriba. Aquel corte en el pecho fue realmente duro.
— Tranquilo, chaval, hoy no vas a morir
Saqué el kunai de mi mecanismo oculto en el brazo derecho para subir su camiseta y rajarla y poder trabajar sin nada de por medio. Luego volví a introducir el kunai en su lugar de origen. Me froté las manos y suspiré, tratando de relajarme, sentir su vida en mis manos no era tranquilizador, precisamente.
— Vale, vamos allá
Usé mis telarañas para ir taponando aquel gran corte. Obviamente nos ería suficiente con una, así que hice varias tiras, las cuales fui anudando pasandolas por su espalda hasta tener la herida completamente taponada. De esta forma podría cargar con él y regresar a Yachi y reunirme con Eri y el médico.
— Bueno, ¿qué tal así?
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa