15/03/2021, 17:03
Apelando a un razonamiento más adecuado, la kunoichi decidió entonces por tomar un tren en la ciudad para llegar a la frontera. Sería un viaje largo, haciendo una pequeña escala en la estación que conducía a las Riberas del Río sagrado, y posteriormente seguiría su camino hasta el Puente Tenchi.
Si bien ella esperaba llegar al medio día, tardó un par de horas más, llegando a eso de las dos de la tarde con el sol en pleno apogeo.
Una vez estuviera abajo con sus cosas, notaría el gran movimiento de los alrededores. Grandes grupos de trabajadores llevando materiales de construcción de un lado a otro, ya sea a pie o ayudándose de caballos. Parecía que no les quedaba realmente muchos días para terminar las obras.
Todos iban de un lado a otro, sin prestar atención a la jovencita recién llegada.
Si bien ella esperaba llegar al medio día, tardó un par de horas más, llegando a eso de las dos de la tarde con el sol en pleno apogeo.
Una vez estuviera abajo con sus cosas, notaría el gran movimiento de los alrededores. Grandes grupos de trabajadores llevando materiales de construcción de un lado a otro, ya sea a pie o ayudándose de caballos. Parecía que no les quedaba realmente muchos días para terminar las obras.
Todos iban de un lado a otro, sin prestar atención a la jovencita recién llegada.