15/03/2021, 23:14
Tras las palabras de Naiyoru, Yota se acuclilló junto al malherido Daruu y le dio la vuelta para tumbarlo boca arriba. La herida con la que se encontró al rajar su camiseta y dejar su pecho al descubierto fue lo más horripilante que habían presenciado sus ojos hasta ahora: un profundo corte recorría el torso del Amejin y la sangre brotaba a borbotones, como si de un manantial se tratase. El felino tenía razón: si no hacía algo pronto y decidía moverlo del sitio sin ponerle remedio, era muy probable que el shinobi terminara muriendo desangrado.
Así, utilizando sus curiosas habilidades como Sabio de las Arañas, Yota hizo brotar desde sus dedos una serie de hilos de telarañas que envolvieron el torso de Daruu e hicieron las veces de improvisado vendaje. Era una solución más bien rústica, pero era una solución al fin y al cabo. Y, al parecer, efectiva hasta que pudieran tratarle adecuadamente en Yachi.
Mientras tanto, en Yachi, Eri trataba de explicarse ante Natsu, que la atendía con los ojos abiertos como platos.
—¡Joder! —exclamó, sorprendido y alarmado a partes iguales. Entonces se giró hacia el interior del muro, donde había una pequeña caseta—. ¡Mai! ¡Mai, despierta! ¡Te necesitamos aquí!
En cuestión de segundos, su compañera apareció en el umbral de la puerta a toda prisa. Llevaba la naginata al hombro, preparada para la acción, pero se frotaba un ojo con cansancio acumulado. Debía de haber estado durmiendo hasta ahora. Cuando llegó junto a Natsu, miró alrededor con los sentidos alerta, pero al no ver nada destacable se volvió hacia su compañero, visiblemente molesta.
—¿Qué demonios pasa, Natsu? Me has pillado en un sueño muy...
—¡No hay tiempo para eso! ¡La kunoichi necesita tu ayuda! ¡Su compañero Daruu ha sido gravemente herido!
Aquello pareció activar todas las alarmas de Mai, que se giró hacia Eri, aterrada.
—D... ¿Mi querido Daruu-kun está en peligro? ¡Explícamelo por el camino, tienes que conducirme hasta él!
Así, utilizando sus curiosas habilidades como Sabio de las Arañas, Yota hizo brotar desde sus dedos una serie de hilos de telarañas que envolvieron el torso de Daruu e hicieron las veces de improvisado vendaje. Era una solución más bien rústica, pero era una solución al fin y al cabo. Y, al parecer, efectiva hasta que pudieran tratarle adecuadamente en Yachi.
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Mientras tanto, en Yachi, Eri trataba de explicarse ante Natsu, que la atendía con los ojos abiertos como platos.
—¡Joder! —exclamó, sorprendido y alarmado a partes iguales. Entonces se giró hacia el interior del muro, donde había una pequeña caseta—. ¡Mai! ¡Mai, despierta! ¡Te necesitamos aquí!
En cuestión de segundos, su compañera apareció en el umbral de la puerta a toda prisa. Llevaba la naginata al hombro, preparada para la acción, pero se frotaba un ojo con cansancio acumulado. Debía de haber estado durmiendo hasta ahora. Cuando llegó junto a Natsu, miró alrededor con los sentidos alerta, pero al no ver nada destacable se volvió hacia su compañero, visiblemente molesta.
—¿Qué demonios pasa, Natsu? Me has pillado en un sueño muy...
—¡No hay tiempo para eso! ¡La kunoichi necesita tu ayuda! ¡Su compañero Daruu ha sido gravemente herido!
Aquello pareció activar todas las alarmas de Mai, que se giró hacia Eri, aterrada.
—D... ¿Mi querido Daruu-kun está en peligro? ¡Explícamelo por el camino, tienes que conducirme hasta él!
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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