16/01/2016, 02:59
Todavía no había amanecido y desde el atardecer dos batallas de gran envergadura se habían dado en el viaje de Karamaru. Y todavía podía pasar de todo, como por ejemplo, tener que enfrentarse una vez más al mismo grupo de bandidos. El reencuentro con Kazuma le había alegrado un poco la noche, aunque sea así se aseguraba de tener a alguien que le cubra la espalda, pero al poco de tiempo de hablar ya le había dejado un mal sabor de boca.
Con la noticia de la muerte del anciano, de reojo pudo ver como Iori comenzaba a llorar nuevamente. Era normal, el mundo se le venía abajo en tan solo un par de horas. Y pensar que en parte, Karamaru y Kazuma fueron culpables de los hechos. Si tan solo no hubiesen estado en ese lugar esa noche...
Poco podía hacer por ella que se había sentado en el piso acurrucada con las piernas dobladas y la cabeza metida entre los brazos cruzados.
«Pobre mujer» era lo único que se le pasaba al monje en ese momento.
Lo siento, pero no creo que estemos en condiciones de hacerlo- dijo llevándole la contraria al espadachín- No hay nada que podamos hacer, por lo menos no ahora y al instante.
Tenemos que ir a buscar una guarida que no sabemos donde esta, y que si la encontramos, vete tu a saber cuantos de ellos nos encontraremos allí. Podríamos ir con la guardia local y dividirnos en grupos y buscar y al encontrarlos atacar, pero no creo que sea lo mejor pedirles a estos hombres y mujeres combatientes que sigan luchando. Tienen que buscar a sus familiares.
Tal vez no le caería bien la respuesta a Kazuma, pero el calvo trataba de ser lo más realista posible. Era de locos ir a buscar una base de bandidos siendo solo dos personas. Y aún más sin conocer su ubicación. Tal vez podría haber una manera, pero no pasaba ninguna por la cabeza del shinobi.
Si consigues averiguar localización y cantidad de bandidos en el lugar, por lo menos, pero no te podré acompañar en estas condiciones. Salvo que tengas un plan, claro, pero prefiero quedarme a proteger la aldea en caso de un segundo ataque. No quiero dejar sola a la nieta de los ancianos en un momento así tampoco.
Además, tienes que tener la mente clara y asegurarte que esto no lo haces por venganza. Nunca es bueno actuar bajo su influencia.
Parecía raro, pero por primera vez Karamaru actuaba según lo enseñado en el templo. Era la primer ocasión en la que durante un momento tenso y crítico pensaba y reflexionaba y, además, daba consejos a sus compañeros.
Con la noticia de la muerte del anciano, de reojo pudo ver como Iori comenzaba a llorar nuevamente. Era normal, el mundo se le venía abajo en tan solo un par de horas. Y pensar que en parte, Karamaru y Kazuma fueron culpables de los hechos. Si tan solo no hubiesen estado en ese lugar esa noche...
Poco podía hacer por ella que se había sentado en el piso acurrucada con las piernas dobladas y la cabeza metida entre los brazos cruzados.
«Pobre mujer» era lo único que se le pasaba al monje en ese momento.
Lo siento, pero no creo que estemos en condiciones de hacerlo- dijo llevándole la contraria al espadachín- No hay nada que podamos hacer, por lo menos no ahora y al instante.
Tenemos que ir a buscar una guarida que no sabemos donde esta, y que si la encontramos, vete tu a saber cuantos de ellos nos encontraremos allí. Podríamos ir con la guardia local y dividirnos en grupos y buscar y al encontrarlos atacar, pero no creo que sea lo mejor pedirles a estos hombres y mujeres combatientes que sigan luchando. Tienen que buscar a sus familiares.
Tal vez no le caería bien la respuesta a Kazuma, pero el calvo trataba de ser lo más realista posible. Era de locos ir a buscar una base de bandidos siendo solo dos personas. Y aún más sin conocer su ubicación. Tal vez podría haber una manera, pero no pasaba ninguna por la cabeza del shinobi.
Si consigues averiguar localización y cantidad de bandidos en el lugar, por lo menos, pero no te podré acompañar en estas condiciones. Salvo que tengas un plan, claro, pero prefiero quedarme a proteger la aldea en caso de un segundo ataque. No quiero dejar sola a la nieta de los ancianos en un momento así tampoco.
Además, tienes que tener la mente clara y asegurarte que esto no lo haces por venganza. Nunca es bueno actuar bajo su influencia.
Parecía raro, pero por primera vez Karamaru actuaba según lo enseñado en el templo. Era la primer ocasión en la que durante un momento tenso y crítico pensaba y reflexionaba y, además, daba consejos a sus compañeros.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘