23/03/2021, 12:39
—C-cada vez le agarro más gusto a viajar en tren. Me siguen pareciendo un tanto... ahm... mágicos, creo —dijo con una risita mientras la mole de hierro comenzaba a moverse — C-creo que la última vez que estuve en uno fue... ah... fue cuando regresé del Valle de los Dojos en verano, cierto... —la sonrisa de Ranko desapareció por un momento cuando recordó aquello.
Lyndis por su parte estaba incrédula una vez estuvieron en el interior del vagón desde que se sentó y hasta un buen rato después seguía mirando la buena calidad de la primera clase. Unas finas cortinas completamente innecesarias por las que sin ningun problema entraban los rayos del sol, asientos acolchados y bastante mullidos que resultaban muy cómodos a la hora de sentarse. Incluso la parte del pasillo tenía una especie de moqueta. La joven le resultaba algo incómodo tanto lujo ¿y si se cargaba algo por error y luego tenía que pagarlo? De hecho ¿CUANTO dinero tenía Ranko si había comprado dos billetes en primera clase como si tal cosa?
Una vez sentada, siguió un poco inquieta, escuchando de rebote lo que le estaba comentando Ranko.
— Uhm... El valle de los Dojos — respondió terminando de recolocarse y por fin devolviéndole la mirada a Ranko. — Oh, claro. Por eso me sonabas de algo, fuiste una de los participantes — apuntó levantando un índice. — Los combates fueron de lo más interesantes, hasta qué... Bueno — Se apoyó sobre una de sus manos que esta a su vez tenía el codo sobre uno de los reposabrazos. — ¿Que siquiera se sabe de lo acontecido? Ha pasado ya un tiempo y no dejo de escuchar tantas especulaciones y teorías locas, que ya no se ni que es información oficial y que no. — agitó con suavidad su mano, visiblemente molesta por aquello.
Lyndis por su parte estaba incrédula una vez estuvieron en el interior del vagón desde que se sentó y hasta un buen rato después seguía mirando la buena calidad de la primera clase. Unas finas cortinas completamente innecesarias por las que sin ningun problema entraban los rayos del sol, asientos acolchados y bastante mullidos que resultaban muy cómodos a la hora de sentarse. Incluso la parte del pasillo tenía una especie de moqueta. La joven le resultaba algo incómodo tanto lujo ¿y si se cargaba algo por error y luego tenía que pagarlo? De hecho ¿CUANTO dinero tenía Ranko si había comprado dos billetes en primera clase como si tal cosa?
Una vez sentada, siguió un poco inquieta, escuchando de rebote lo que le estaba comentando Ranko.
— Uhm... El valle de los Dojos — respondió terminando de recolocarse y por fin devolviéndole la mirada a Ranko. — Oh, claro. Por eso me sonabas de algo, fuiste una de los participantes — apuntó levantando un índice. — Los combates fueron de lo más interesantes, hasta qué... Bueno — Se apoyó sobre una de sus manos que esta a su vez tenía el codo sobre uno de los reposabrazos. — ¿Que siquiera se sabe de lo acontecido? Ha pasado ya un tiempo y no dejo de escuchar tantas especulaciones y teorías locas, que ya no se ni que es información oficial y que no. — agitó con suavidad su mano, visiblemente molesta por aquello.