25/03/2021, 21:26
Érase una vez un hombre que dormía recostado sobre un tronco, hasta que el sonido de una rama al partirse le despertaba. De parecerse él a algún animal que pululaba aquel bosque, como un ciervo, hubiese abierto mucho los ojos, alzado la cabeza y preparado para huir. Un prehistórico dientes de sable, no obstante, apenas hubiese entreabierto un párpado por mera curiosidad mientras seguía recostado. Su reacción fue más parecida a la segunda que a la primera, solo que sin el tinte curioso.
No existe curiosidad sobre lo ya conocido.
Pasaron varios minutos más hasta que oyó unos pasos, exageradamente fuertes y firmes, como si pretendiesen ser escuchados, como si pretendiesen aparentar seguridad.
—¡Buenos días! ¿Todo bien, my friend? —habló el recién llegado. Se trataba de un hombre de piel pálida, demasiado pálida para aquellas tierras, que rozaba la treintena y vestía un abrigo de piel. Sobre su hombro colgaba un arco y un carcaj, y poseía varios cuchillos amarrados a la cintura. Un cazador. Un cazador que, por alguna razón, sujetaba un tallo de trigo con los labios.
—Dile que he vuelto —replicó él, sin incorporarse. Tras meses sin usarla, su voz sonó áspera y oxidada—. Dile que la espero aquí.
El cazador dudó, con el tallo de trigo moviéndose de izquierda a derecha. Miró a ambos lados, como si quisiese asegurarse de que no había nadie más.
—No te entendí. ¿Estás desorientado, my friend? ¿Necesitas ayuda? Aquí tengo algo de agua y yo puedo hacerte de guía. Este bosque es traicionero. ¡Demasiados árboles y demasiado iguales entre ellos! —afirmó, riéndose de su propio comentario. Se acercó un paso más, intentando distinguir el rostro que se escondía bajo la capucha negra—. ¿Cómo te llamas, my friend? ¿Qué has venido hacer por estos lares perdidos de la mano del Daimyō?
No existe curiosidad sobre lo ya conocido.
Pasaron varios minutos más hasta que oyó unos pasos, exageradamente fuertes y firmes, como si pretendiesen ser escuchados, como si pretendiesen aparentar seguridad.
—¡Buenos días! ¿Todo bien, my friend? —habló el recién llegado. Se trataba de un hombre de piel pálida, demasiado pálida para aquellas tierras, que rozaba la treintena y vestía un abrigo de piel. Sobre su hombro colgaba un arco y un carcaj, y poseía varios cuchillos amarrados a la cintura. Un cazador. Un cazador que, por alguna razón, sujetaba un tallo de trigo con los labios.
—Dile que he vuelto —replicó él, sin incorporarse. Tras meses sin usarla, su voz sonó áspera y oxidada—. Dile que la espero aquí.
El cazador dudó, con el tallo de trigo moviéndose de izquierda a derecha. Miró a ambos lados, como si quisiese asegurarse de que no había nadie más.
—No te entendí. ¿Estás desorientado, my friend? ¿Necesitas ayuda? Aquí tengo algo de agua y yo puedo hacerte de guía. Este bosque es traicionero. ¡Demasiados árboles y demasiado iguales entre ellos! —afirmó, riéndose de su propio comentario. Se acercó un paso más, intentando distinguir el rostro que se escondía bajo la capucha negra—. ¿Cómo te llamas, my friend? ¿Qué has venido hacer por estos lares perdidos de la mano del Daimyō?
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es