2/04/2021, 14:20
Apartó el mandoble con el dorso de la mano desnuda y con la otra propinó un tremendo puñetazo al pecho de su hijo, que salió disparado hacia atrás. Fue tal el impacto, que su cuerpo partió por la mitad un tronco con la misma rapidez que una flecha lo haría con un papel, y la inercia le hizo continuar hasta desaparecer completamente de su vista.
Tras unos largos segundos, escuchó un fuerte sonido, como el de la piedra de una catapulta colisionando contra la muralla.
—Y te dije que no querías enfrentarte a mí.
Tras unos largos segundos, escuchó un fuerte sonido, como el de la piedra de una catapulta colisionando contra la muralla.
—Y te dije que no querías enfrentarte a mí.