6/04/2021, 12:42
Eri se quedó callada mientras observaba como, milagrosamente, a través de un beso la herida de Daruu sanó. Apurada por ver aquella imagen, apartó ligeramente la vista. «¿Esto podría molestarle a Ayame? Le está salvando la vida, después de todo...»
Igualmente, Yota se le adelantó para preguntar cómo había hecho aquello. Ella estaba interesada, claro, pero más le importaba la salud de su amigo.
Dejando aquellos pensamientos de lado una vez Mai afirmó que ya estaba sano y salvo, se acercó al amejin para comprobar que realmente estaba bien. Su corazón latió, aliviado, al notar como, aun adolorido, Daruu saldría de aquello.
—¿Dónde está Yuki? ¿Está...? —Intentó moverse, pero recibió una intensa punzada de dolor—. ¡Aaagh!
—¡Yuki! —exclamó la Uzumaki, claramente horrorizada—. Akashi le pateó lejos en la cueva, pero con todo el barullo no volví a mirar, ¡iré corriendo! —informó, dispuesta a salir corriendo hacia la cueva de nuevo para buscar al pequeño gato blanco.
Igualmente, Yota se le adelantó para preguntar cómo había hecho aquello. Ella estaba interesada, claro, pero más le importaba la salud de su amigo.
Dejando aquellos pensamientos de lado una vez Mai afirmó que ya estaba sano y salvo, se acercó al amejin para comprobar que realmente estaba bien. Su corazón latió, aliviado, al notar como, aun adolorido, Daruu saldría de aquello.
—¿Dónde está Yuki? ¿Está...? —Intentó moverse, pero recibió una intensa punzada de dolor—. ¡Aaagh!
—¡Yuki! —exclamó la Uzumaki, claramente horrorizada—. Akashi le pateó lejos en la cueva, pero con todo el barullo no volví a mirar, ¡iré corriendo! —informó, dispuesta a salir corriendo hacia la cueva de nuevo para buscar al pequeño gato blanco.