7/04/2021, 18:28
—Bah. —Dijo Yui, tras convertirse de nuevo en ella misma dejando tras de sí una nube de humo. Iba vestida con una capa de viaje impermeable de color negro, con un uniforme de jōnin de Amegakure ligeramente modificado, más oscuro, y unos guantes y botas marrones. Se protegía de la lluvia con un kasa de paja amplio—. Los tengo fichados a todos y cada uno de ellos. Trabajaron muy cerca de mí. Sé cómo hablan, cómo visten, cómo se mueven... imposible que me reconociesen. No a mí. Y son ninjas muy buenos, ¿eh? —Se encogió de hombros—. Pero yo soy mejor.
Sin dar respuesta a la pregunta de por qué se había transformado, la Tormenta prosiguió su camino. Yui tenía buena forma, pero Ayame descubrió pronto que podía mantener su paso sin problemas.
Caminaban por las orillas del Gran Lago, auspiciadas bajo una lluvia no muy intensa pero constante. Yui no se detenía en absoluto. Tampoco para desviar charcos de barro profundos, cuyas profundidades surcaba como si se tratara del mismísimo aire. No se molestaba en usar el chakra para caminar por encima de ellos, y en su rostro había reflejada una sonrisa divertida.
¿Hacía cuánto tiempo que Yui no salía fuera de la aldea sin la eterna imposición de un encuentro diplomático?
Sin dar respuesta a la pregunta de por qué se había transformado, la Tormenta prosiguió su camino. Yui tenía buena forma, pero Ayame descubrió pronto que podía mantener su paso sin problemas.
Caminaban por las orillas del Gran Lago, auspiciadas bajo una lluvia no muy intensa pero constante. Yui no se detenía en absoluto. Tampoco para desviar charcos de barro profundos, cuyas profundidades surcaba como si se tratara del mismísimo aire. No se molestaba en usar el chakra para caminar por encima de ellos, y en su rostro había reflejada una sonrisa divertida.
¿Hacía cuánto tiempo que Yui no salía fuera de la aldea sin la eterna imposición de un encuentro diplomático?