10/04/2021, 15:32
… la echó hacia atrás. El Fūton Kaze no Yaiba solo necesitaba eso: un simple movimiento de brazo con los dedos índice y corazón extendidos para lanzar una ráfaga tan cortante como el filo de una katana. El chaleco de su madre se rasgó por la mitad; su piel, tan afectada como si hubiese recibido una caricia.
—¡¿Eso es todo lo que tienes?! —exclamó ella, apoyando los pies en el pilar de roca cortado y saltando nuevamente hacia él, que descendía en caída libre sin posibilidad de cambiar su rumbo.
O eso pensaba ella. Con un simple sello a una mano sopló una Brisa Ligera que le movió en el aire hacia un lado, dejando pasar a su madre como una exhalación. Rápido y conciso, formó un nuevo sello con ambas manos:
—¡Katon: Gōryūka no Jutsu!
La Técnica del Gran Fuego del Dragón. Con ella había reducido a cenizas a varios oponentes en el pasado. Literalmente. Ryūnosuke no era de jugar con las palabras. La cabeza de un dragón chino que generó primero en su pulmón y luego expulsó por la boca salió despedido hacia Ōwatatsumi, imbuyéndola en sus llamas. La cabeza recorrió veinte metros con ella hasta colisionar contra una porción de tierra y roca que se elevaba hasta el cielo.
Ryūnosuke cayó con los pies por delante sobre el mar, atravesando su superficie como un arpón de ballena. El agua le recibió como el impacto de un muro de hormigón cayéndosele encima. Él lo encajó sin temor, había soportado cosas peores. En una ocasión incluso se le había venido encima medio estadio en una amalgama de hormigón, hierro y cadáveres. Literalmente. Ryūnosuke no era de jugar con las palabras.
Cuando su descenso frenó, empezó a nadar hacia la superficie y abrió la boca cuando asomó la cabeza para tomar una gran bocanada de aire. Justo en ese momento…
—¡¿Eso es todo lo que tienes?! —exclamó ella, apoyando los pies en el pilar de roca cortado y saltando nuevamente hacia él, que descendía en caída libre sin posibilidad de cambiar su rumbo.
O eso pensaba ella. Con un simple sello a una mano sopló una Brisa Ligera que le movió en el aire hacia un lado, dejando pasar a su madre como una exhalación. Rápido y conciso, formó un nuevo sello con ambas manos:
—¡Katon: Gōryūka no Jutsu!
La Técnica del Gran Fuego del Dragón. Con ella había reducido a cenizas a varios oponentes en el pasado. Literalmente. Ryūnosuke no era de jugar con las palabras. La cabeza de un dragón chino que generó primero en su pulmón y luego expulsó por la boca salió despedido hacia Ōwatatsumi, imbuyéndola en sus llamas. La cabeza recorrió veinte metros con ella hasta colisionar contra una porción de tierra y roca que se elevaba hasta el cielo.
Ryūnosuke cayó con los pies por delante sobre el mar, atravesando su superficie como un arpón de ballena. El agua le recibió como el impacto de un muro de hormigón cayéndosele encima. Él lo encajó sin temor, había soportado cosas peores. En una ocasión incluso se le había venido encima medio estadio en una amalgama de hormigón, hierro y cadáveres. Literalmente. Ryūnosuke no era de jugar con las palabras.
Cuando su descenso frenó, empezó a nadar hacia la superficie y abrió la boca cuando asomó la cabeza para tomar una gran bocanada de aire. Justo en ese momento…
![[Imagen: S0pafJH.png]](https://imgfz.com/i/thumbnail/S0pafJH.png)