20/04/2021, 15:27
Eri se perdió la conversación que vino después. Entre nerviosa, apurada y todavía asustada por todo lo que había pasado, volvió a internarse en la cueva para comprobar si se encontraba allí el pequeño felino —o niño— que la había guiado hasta allí en busca de Daruu y el monstruo con el que se estaba enfrentando.
Tratando de no mirar demasiado al lugar donde había sido sellado, rebuscó con la mirada por todos los rincones de la cueva.
—¡Yuki! ¡Yuuuki! —llamaba, sin dejar de mover sus ojos rápidamente por la estancia.
Tratando de no mirar demasiado al lugar donde había sido sellado, rebuscó con la mirada por todos los rincones de la cueva.
—¡Yuki! ¡Yuuuki! —llamaba, sin dejar de mover sus ojos rápidamente por la estancia.