2/05/2021, 19:18
(Última modificación: 3/05/2021, 19:33 por Uzumaki Eri. Editado 1 vez en total.)
—No hay una dimensión gatil como tal... Las invocaciones son de este mundo, solo que suelen vivir en un refugio. Seguro que estará bien, Daruu puede volver a invocar a Yuki en cualquier momento.
La explicación de Yota la tranquilizó, pues seguramente Yuki estaría bien. Lo que la asustó llegó después por la boca del amejin del grupo, quien pidió a su sanadora que dejase de acosarlo. Eri se quedó muda, parpadeando ante lo sucedido.
¿Eso significaba que Ayame y Daruu estaban bien?
—¡Eres un desagradecido! —Fue su contestación, levantándose para alejarse de allí mientras continuaba con sus quejas—. ¡Natsu tenía razón! ¡Todos los shinobi son iguales! ¡Y este encima se lo tiene muy creído después de haberse convertido en mimimi il ginidir dil tirnii. ¡Bah! ¡Pero quién se habrá creído que es ese niñato! ¡PUES NO ERES TAN GUAPO COMO TE PIENSAS!
Eri se rascó la cabeza.
—¿Estás bien? —preguntó pasados unos segundos a Daruu—. ¿Crees que le sentaría bien si volvemos para decir, los tres juntos; que ya está terminada la misión y el villano sellado en esta cueva o...? —Preguntó, sin terminar del todo mientras miraba a sus compañeros con los mofletes ligeramente hinchados y los labios pegados.
Pues, la situación vivida era, cuanto menos, extraña.
La explicación de Yota la tranquilizó, pues seguramente Yuki estaría bien. Lo que la asustó llegó después por la boca del amejin del grupo, quien pidió a su sanadora que dejase de acosarlo. Eri se quedó muda, parpadeando ante lo sucedido.
¿Eso significaba que Ayame y Daruu estaban bien?
—¡Eres un desagradecido! —Fue su contestación, levantándose para alejarse de allí mientras continuaba con sus quejas—. ¡Natsu tenía razón! ¡Todos los shinobi son iguales! ¡Y este encima se lo tiene muy creído después de haberse convertido en mimimi il ginidir dil tirnii. ¡Bah! ¡Pero quién se habrá creído que es ese niñato! ¡PUES NO ERES TAN GUAPO COMO TE PIENSAS!
Eri se rascó la cabeza.
—¿Estás bien? —preguntó pasados unos segundos a Daruu—. ¿Crees que le sentaría bien si volvemos para decir, los tres juntos; que ya está terminada la misión y el villano sellado en esta cueva o...? —Preguntó, sin terminar del todo mientras miraba a sus compañeros con los mofletes ligeramente hinchados y los labios pegados.
Pues, la situación vivida era, cuanto menos, extraña.