8/05/2021, 17:27
—Pensé que te gustaría más ver a shinobis más cerca de tu edad, pero si lo que quieres es ver el otro podemos acercarnos.
—¡Bieeen! —Celebró con emoción, se había salido con la suya. —Que seguro que son combates interesantes pero me parece más interesante algo más espectacular uno con fuego y rayo ahí ¡fium fium! —Empezó a gesticular con las manos. —¡Booom! ¿Sabes?
Cuando llegaron a la plataforma se enteraron que aquel acalorado combate estaba teniendo lugar por una discusión un poco tonta, pero un combate de shinobis es un combate de shinobis y eso a Eiji es lo que le importaba, el motivo del mismo ya era secundario si el espectáculo era bueno.
—Pues al final vas a ver una de las famosas peleas por cualquier cosa de Kusagakure, aunque esta tradición mejor no la aprendas.
El niño se acercó lo suficiente como para tener una buena visual de la disputa, pero no tanto como para que pudiera recibir algún golpe por si las cosas se iban de las manos. Le gustaban los ninjas, si, pero también le gustaba que su padre no le reprimiera o que le pudiera echar la culpa al pobre Koji.
—¡Entendido jefe! —Se le veía realmente contento, el genin parecía que estaba cumpliendo su misión a la perfección con el chiquillo.
—¡Bieeen! —Celebró con emoción, se había salido con la suya. —Que seguro que son combates interesantes pero me parece más interesante algo más espectacular uno con fuego y rayo ahí ¡fium fium! —Empezó a gesticular con las manos. —¡Booom! ¿Sabes?
Cuando llegaron a la plataforma se enteraron que aquel acalorado combate estaba teniendo lugar por una discusión un poco tonta, pero un combate de shinobis es un combate de shinobis y eso a Eiji es lo que le importaba, el motivo del mismo ya era secundario si el espectáculo era bueno.
—Pues al final vas a ver una de las famosas peleas por cualquier cosa de Kusagakure, aunque esta tradición mejor no la aprendas.
El niño se acercó lo suficiente como para tener una buena visual de la disputa, pero no tanto como para que pudiera recibir algún golpe por si las cosas se iban de las manos. Le gustaban los ninjas, si, pero también le gustaba que su padre no le reprimiera o que le pudiera echar la culpa al pobre Koji.
—¡Entendido jefe! —Se le veía realmente contento, el genin parecía que estaba cumpliendo su misión a la perfección con el chiquillo.