10/05/2021, 12:32
(Última modificación: 10/05/2021, 12:33 por Sasagani Yota. Editado 1 vez en total.)
— Enhorabuena por tu promoción y tus méritos, Yota. Me alegro de que hayas superado los problemas de confianza que te causé con ella, independientemente de todo este asunto
Pude sentir aquella palmadita como una inyección de moral. La verdad es que aquellos pequeños momentos indicaban que estaban revirtiendo mi fortuna en lo que a mi desempeño como shinobi se refería.
Además de mi familia y de ti, la verdad es que no tenía muchos amigos en la villa, aunque me da un poco de verguenza admitirlo. Ser el jinchūriki de la aldea no ayudó mucho. Mi alumno Kazuma era con quien pasaba más tiempo, pero creo que nunca llegaste a conocerlo, ¿verdad?
» Recuerdo haber realizado alguna misión con un chico llamado Daigo. No eramos inseparables y no creo que haya visto con buenos ojos lo que ha ocurrido, pero llegué a conocerlo y confiaba en él. Es un buen chico.
Me llevé la mano diestra a la nuca, pensativo. Definitivamente su familia era una mala opción, aunque también una baza que considerar en el futuro pero cuando el nombre de Daigo llegó a mis oídos... ahí si vi una oportunidad.
— ¿Daigo dices? ¿Tsukiyama Daigo?
Kumopansa sentía algunas dudas. Era inevitable, yo también las sentí, pero podía ser un buen apoyo. Quería pensar que me ayudaría.
— Daigo, ¿eh? Creo podría ser un buen apoyo, si. Y de hecho, creo que podría confiar en mí, le conozco bien
Aquel peliverde era un buen tipo y alguien en quien confiaría. Un shinobi muy capaz y contundente en las distancias cortas y que siempre e levantaba para dar un último golpe.
— Intentaré buscar su apoyo. Pero... ¿Cómo lo hago para contactar contigo de nuevo cuando lo tenga?
Pude sentir aquella palmadita como una inyección de moral. La verdad es que aquellos pequeños momentos indicaban que estaban revirtiendo mi fortuna en lo que a mi desempeño como shinobi se refería.
Además de mi familia y de ti, la verdad es que no tenía muchos amigos en la villa, aunque me da un poco de verguenza admitirlo. Ser el jinchūriki de la aldea no ayudó mucho. Mi alumno Kazuma era con quien pasaba más tiempo, pero creo que nunca llegaste a conocerlo, ¿verdad?
» Recuerdo haber realizado alguna misión con un chico llamado Daigo. No eramos inseparables y no creo que haya visto con buenos ojos lo que ha ocurrido, pero llegué a conocerlo y confiaba en él. Es un buen chico.
Me llevé la mano diestra a la nuca, pensativo. Definitivamente su familia era una mala opción, aunque también una baza que considerar en el futuro pero cuando el nombre de Daigo llegó a mis oídos... ahí si vi una oportunidad.
— ¿Daigo dices? ¿Tsukiyama Daigo?
Kumopansa sentía algunas dudas. Era inevitable, yo también las sentí, pero podía ser un buen apoyo. Quería pensar que me ayudaría.
— Daigo, ¿eh? Creo podría ser un buen apoyo, si. Y de hecho, creo que podría confiar en mí, le conozco bien
Aquel peliverde era un buen tipo y alguien en quien confiaría. Un shinobi muy capaz y contundente en las distancias cortas y que siempre e levantaba para dar un último golpe.
— Intentaré buscar su apoyo. Pero... ¿Cómo lo hago para contactar contigo de nuevo cuando lo tenga?
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa