16/05/2021, 18:17
Daruu sonrió y cerró los ojos, asintiendo. Se agachó gimiendo un poco por el dolor y enrolló el pergamino de nuevo. Se quedó mirándolo con el ceño fruncido, y al cabo de unos segundos, dijo:
—Mierda. —Lo hizo con la menor expresividad posible—. Ahora me lo tengo que llevar a cuestas a Amegakure. Qué genio que eres, Daruu. —Se encogió de hombros, y sin más remedio, lo cargó como si fuese una sandía envolviéndolo con un brazo. Se acercó a Eri y le puso la otra mano en el hombro—. ¡No te preocupes, Eri! ¡Ya verás como pronto te dan ganas de mandar a alguno de los gatos a la mierda en lugar de comerte el coco con si eres digna o no para ellos! Créeme, pueden ser muy pesados. —Pensó en Yuki, y esbozó una sonrisa triste con la mirada puesta en algún punto, más allá del bosque. «Espero que esté bien.»—. Pero se les quiere. Son buenos compañeros. —Se retiró—. Si quieres vamos a buscar a Yota, pero no pienso acercarme a más de cincuenta metros de esa loca de antes.
—Mierda. —Lo hizo con la menor expresividad posible—. Ahora me lo tengo que llevar a cuestas a Amegakure. Qué genio que eres, Daruu. —Se encogió de hombros, y sin más remedio, lo cargó como si fuese una sandía envolviéndolo con un brazo. Se acercó a Eri y le puso la otra mano en el hombro—. ¡No te preocupes, Eri! ¡Ya verás como pronto te dan ganas de mandar a alguno de los gatos a la mierda en lugar de comerte el coco con si eres digna o no para ellos! Créeme, pueden ser muy pesados. —Pensó en Yuki, y esbozó una sonrisa triste con la mirada puesta en algún punto, más allá del bosque. «Espero que esté bien.»—. Pero se les quiere. Son buenos compañeros. —Se retiró—. Si quieres vamos a buscar a Yota, pero no pienso acercarme a más de cincuenta metros de esa loca de antes.