18/05/2021, 23:39
—¿Eh?
Como si nada, entró en escena una persona corriendo. Pudo avistarlo desde lejos gracias a su vista, pero no entendía bien de que
o por qué estaba corriendo. Era un chico medianamente alto, bastante pálido y de un aspecto alargado. Al parecer ella no era la única persona que estaba por esos lares. Tampoco era la única que estaba haciendo ruido e interrumpiendo el ambiente se respiraba en el lugar, por suerte. Pero no era solo eso, no. Como si se tratase de una piscina, el muchacho se tiro de la nada, haciendo que le salpique una cierta cantidad de agua sobre ella. Por suerte para el clavadista, una amejin siempre está acostumbraba a estar con la ropa algo mojada. Aunque quizás se había pasado un poco con tirarse tan cerca suyo.
—¿Qué carajos? — soltó sorprendida cuando vio que el muchacho salió con una caña entre las manos. Clavó la propia levemente en la tierra y con sus propias manos desparramaba un poco del agua que la salpicó. —Mira que soy bastante mala pescando, pero tienes que estar a otro nivel para que se te escape la caña.
No pudo evitar esbozar una sonrisa jocosa. No lo hacía de maliciosa, pero de algún modo saber que alguien estaba peor que ella, la hacía sentir un poco mejor.
—¿Primera vez?
Como si nada, entró en escena una persona corriendo. Pudo avistarlo desde lejos gracias a su vista, pero no entendía bien de que
o por qué estaba corriendo. Era un chico medianamente alto, bastante pálido y de un aspecto alargado. Al parecer ella no era la única persona que estaba por esos lares. Tampoco era la única que estaba haciendo ruido e interrumpiendo el ambiente se respiraba en el lugar, por suerte. Pero no era solo eso, no. Como si se tratase de una piscina, el muchacho se tiro de la nada, haciendo que le salpique una cierta cantidad de agua sobre ella. Por suerte para el clavadista, una amejin siempre está acostumbraba a estar con la ropa algo mojada. Aunque quizás se había pasado un poco con tirarse tan cerca suyo.
—¿Qué carajos? — soltó sorprendida cuando vio que el muchacho salió con una caña entre las manos. Clavó la propia levemente en la tierra y con sus propias manos desparramaba un poco del agua que la salpicó. —Mira que soy bastante mala pescando, pero tienes que estar a otro nivel para que se te escape la caña.
No pudo evitar esbozar una sonrisa jocosa. No lo hacía de maliciosa, pero de algún modo saber que alguien estaba peor que ella, la hacía sentir un poco mejor.
—¿Primera vez?