26/05/2021, 14:41
(Última modificación: 2/06/2021, 12:28 por Uzumaki Eri. Editado 2 veces en total.)
Eri no era una chica de playa.
Realmente, no es que no lo fuera, sino que simplemente no sacaba tiempo ni ganas para visitar las amplias Costas del Remolino de su amada Uzushiogakure. Prefería dar vueltas por las anchas calles, entrenar en el Jardín de los Cerezos, o pasar tiempo meditando en su casa. Sin embargo, aquel día, sus pies la llevaron a las frías aguas que llegaban hasta su hogar.
«¿El señor bijū se encontrará tranquilo?» Desde el incidente, pues no sabía como llamarlo, también había evitado acercarse a aquel lugar, ya que desconocía como reaccionar cerca de un animal hecho puramente de chakra viviendo como su vecino de aldea. Por otro lado, la nueva República se había instaurado e imaginaba que pronto lo sabría todo Ōnindo, así que, de momento, Uzushiogakure se encontraba tranquila.
Todos esos pensamientos se mezclaban con el agua y la arena que pisaba descalza. Quería ir al puerto, a ver qué se cocía también, pero prefirió descansar un rato en la playa.
—Cuánto tiempo...
No estaría mal entrenar allí de vez en cuando, la verdad es que no. Quizá mejorar su natación, o su práctica para mantenerse sobre el agua.
Realmente, no es que no lo fuera, sino que simplemente no sacaba tiempo ni ganas para visitar las amplias Costas del Remolino de su amada Uzushiogakure. Prefería dar vueltas por las anchas calles, entrenar en el Jardín de los Cerezos, o pasar tiempo meditando en su casa. Sin embargo, aquel día, sus pies la llevaron a las frías aguas que llegaban hasta su hogar.
«¿El señor bijū se encontrará tranquilo?» Desde el incidente, pues no sabía como llamarlo, también había evitado acercarse a aquel lugar, ya que desconocía como reaccionar cerca de un animal hecho puramente de chakra viviendo como su vecino de aldea. Por otro lado, la nueva República se había instaurado e imaginaba que pronto lo sabría todo Ōnindo, así que, de momento, Uzushiogakure se encontraba tranquila.
Todos esos pensamientos se mezclaban con el agua y la arena que pisaba descalza. Quería ir al puerto, a ver qué se cocía también, pero prefirió descansar un rato en la playa.
—Cuánto tiempo...
No estaría mal entrenar allí de vez en cuando, la verdad es que no. Quizá mejorar su natación, o su práctica para mantenerse sobre el agua.