Solsticio de sangre

[Sasagani Yota]

—El Amejin está ahí, y mi amiga, como la llamas tú, no está con él

Parecía como muy convencido de lo que decía y, efectivamente, tenía razón. Daruu estaba allí pero, obviamente la chica no estaba. era de suponer que se hubiese ido a llorar al primer rincón que hubiese pillado.

Debo insistir en que la señora Hada ya se ha retirado a sus aposentos y que deberéis esperar a mañana, ¿pero dónde está Mai? ¡Responded!

Realmente podría estar en cualquier sitio. No obstante, antes de que Eri o yo pudiéramos decir nada, lo hizo el hyuga que había resuelto la papeleta de una forma lo suficientemente diplomática. Sentí el alivio dentro de mi ser, no me apetecía nada tener que lidiar con aquello.

—Pasaremos la noche por aquí. Está claro que Hada no nos va a poder atender ahora. Si encontráis un buen sitio donde hospedarnos, avisadme por el sello.

Asentí con la cabeza. Necesitaba dar punto y final a aquel día.

—Vamos a buscar algún hostal o algo, estoy reventada.

«Nunca antes había estado tan de acuerdo con un uzujin»

— Estoy bastante de acuerdo con eso — dije no sin antes dedicarle una última mirada amistosa al guardia. — Tú también deberías ir a descansar. Ya no hay nada que amenace a este pueblo

Me despedí del tipo con la mano arriba sacudiendola un poco y luego metí ambas manos en los bolsillos de mi chaleco, siguiendo a la pelirroja hasta ponerme a su lado.

— ¿Crees que la loca esa estará bien? espero que no haga ninguna locura