27/05/2021, 21:29
La preocupación de Jun se había disipado un poco, sobre todo al escuchar que el chico se había reído un poco al mencionar lo de la sudadera. De todo modos, todavía sentía que le podía agarrar algo al chico. Además, por una cosa u otra, lo veía un poco frágil, quizás solo era un prejuicio por el físico estirado que tenía el otro. Lo que ella no sabía es que el muchacho empapado tenía un as bajo la manga.
—¿No te importa que haga un pequeño fuego para que se seque mi ropa antes, verdad?
Sorprendida, cuanto menos, arqueó una ceja y se quedo viendo que es lo que iba a hacer el otro.
—Claro claro, mientras puedas hacerlo no hay problema.
Problemas para prender el fuego era lo último que iba a tener el muchacho. Luego de juntar unos palos, se acercó a ellos yparecía como que le daba un beso o estaba soplando. De la nada y como por artes de magia, se hizo el fuego. Ya eso le daba indicio de que no era una persona normal. Bueno, la clavada al río que hizo antes también era un indicio, pero no de esta índole.
—Al parecer tienes más cosas que explicar además de tu nombre, amigo clavadista. — dijo sonriendo, un poco concentrada en el fuego. —Mi nombre es Jun, un placer también.
Ya se le había pasado por completo el tema de la caña y esta aún seguía arqueándose, incluso ya se estaba desencajando de la tierra muy levemente. Parecía como si estuviera controlada la fuerza que estaba haciendo la presa que había capturado.
—¿No te importa que haga un pequeño fuego para que se seque mi ropa antes, verdad?
Sorprendida, cuanto menos, arqueó una ceja y se quedo viendo que es lo que iba a hacer el otro.
—Claro claro, mientras puedas hacerlo no hay problema.
Problemas para prender el fuego era lo último que iba a tener el muchacho. Luego de juntar unos palos, se acercó a ellos yparecía como que le daba un beso o estaba soplando. De la nada y como por artes de magia, se hizo el fuego. Ya eso le daba indicio de que no era una persona normal. Bueno, la clavada al río que hizo antes también era un indicio, pero no de esta índole.
—Al parecer tienes más cosas que explicar además de tu nombre, amigo clavadista. — dijo sonriendo, un poco concentrada en el fuego. —Mi nombre es Jun, un placer también.
Ya se le había pasado por completo el tema de la caña y esta aún seguía arqueándose, incluso ya se estaba desencajando de la tierra muy levemente. Parecía como si estuviera controlada la fuerza que estaba haciendo la presa que había capturado.