Solsticio de sangre

[Sasagani Yota]

Sin más preámbulos, ambos nos empezamos a mover en busca de algún para dar por finalizada aquella jornada intensa y en la que habíamos visto a la muerte tan de cerca, en especial en el caso de Daruu que de algún modo se había aferrado a la vida. Obviamente, por las calles no había ni un alma, en parte por las altas horas de la madrugada, por otra parte por el aviso de que por la noche era mejor quedarse en casa.

—Mira Yota —

La pelirroja sujetaba una de mis mangas, la de mi mano no mutilada, mientras con la otra señalaba aquella ventana que desprendía luz, la única que habíamos visto hasta el momento.

—. Vayamos a preguntar.

La chica tiró de mi brazo y me vi impulsado irremediablemente sin decir nada. Estaba bastante agotado. El bajón de adrenalina había hecho su efecto somnífero en mi cuerpo. Tras atravesar el umbral de la puerta busqué con la vista a alguien.

— Esto... ¿hola? — mi voz también había empezado a buscar a alguien.