3/06/2021, 23:48
El restaurante al que entró se encontraba atiborrado de personas, y eso que aún no era hora de la cena. Las mesas estaban rodeadas de sillones acojinados y sus empleados vestían un curioso uniforme donde destacaban los patines deportivos. Si bien podían desplazarse rápidamente dentro del local, parecía una completa locura ir deslizándose con una charola por ahí llena de comida y bebida, pero de alguna manera se las arreglaban para no tropezar y llevar los pedidos a sus clientes sin que esto terminara en un terrible accidente culinario.
Era enorme, y no parecían prestarle atención a la chica recién llegada, hasta que una de las empleadas se acercó con presteza a la recién llegada con libreta en mano.
—¡Bienvenida! ¿Has venido sola o esperas más personas? De ser así te podremos asignar el tamaño de la mesa, ya que ahora mismo estamos un poco saturados. ¿Deseas una bebida para la espera? — Dijo con una sonrisa en su intento de cumplir al pie de la letra con su trabajo de servicio al cliente.
Era enorme, y no parecían prestarle atención a la chica recién llegada, hasta que una de las empleadas se acercó con presteza a la recién llegada con libreta en mano.
—¡Bienvenida! ¿Has venido sola o esperas más personas? De ser así te podremos asignar el tamaño de la mesa, ya que ahora mismo estamos un poco saturados. ¿Deseas una bebida para la espera? — Dijo con una sonrisa en su intento de cumplir al pie de la letra con su trabajo de servicio al cliente.