20/06/2021, 13:12
Evidentemente, el grito en un lugar tan cerrado iba a llamar la atención de todos los que estaban allí. Igual de conectados que una orquesta o un equipo de natación sincronizada, todos los empleados giraron la cabeza de forma casi simultánea hacia la chica. Las miradas estaban clavadas en la causante de aquel ruido, miradas que a esta no la afectó tanto, estaba esperando eso incluso. Quizás esperó que alguno no se gire, pero no fue así.
Fue entonces cuando uno de los cocineros dejó su puesto y se acercó a ella, no precisamente con el mejor humor del mundo. Una leve sensación de nervios se le plantó en el cuerpo a la Nara, sintiéndolo un poco en su piel. Pero, al mismo tiempo, le divertía ver como se estaba cabreando el chef por la interrupción que acababa de sufrir. Y su aspecto con ese gorro y el bigote solo hacía alimentar más la pequeña “manía” que tenía, incluso haciendo que se le escape más su sonrisa jocosa.
—Solo abrí la puert-… — interrumpida por el arrebato del hombre, se quedó viéndolo atentamente, para que no haga nada raro con el papel. —No dañes la foto. La necesito.
Luego de unos segundos de inspección, el tipo no había reconocido para nada al hombre de la foto. Incluso, parecía ser, que era raro que pasase por allí, ya que no querían manchar la imagen del restaurante. Le parecía una excusa estúpida para que mantengan a vagabundos lejos de su local, pero no iba a ponerse a discutir sobre eso en ese momento.
Su estado de nervios y felicidad, por lo que pensaba que iba a ser algo divertido, fue solo momentáneo, volviendo nuevamente a tener que dirigirse a otro lugar para seguir buscando al fotografiado. Dio un suspiro y, al igual que él hizo con ella, le sacó la foto para volver a guardarla.
—Bien… bien. Ya no los molestó más. Muchas gracias por la información.
Sin más vueltas, salió de la cocina y se quedó quieta por unos segundos, algo frustrada quizás.
«Bueno, espero que los del mercado no me manden para otro lado, que ya pienso que me lo hacen a posta.»
Siguiendo tal cual lo que le dijo el bigotudo, se encaminó directo para la zona del mercado donde vendían los alimentos frescos, buscando con ansias en los rostros de las personas que pasaban, no solo al ex shinobi, sino también a gente que tenga pinta que pueda saber algo sobre él.
Fue entonces cuando uno de los cocineros dejó su puesto y se acercó a ella, no precisamente con el mejor humor del mundo. Una leve sensación de nervios se le plantó en el cuerpo a la Nara, sintiéndolo un poco en su piel. Pero, al mismo tiempo, le divertía ver como se estaba cabreando el chef por la interrupción que acababa de sufrir. Y su aspecto con ese gorro y el bigote solo hacía alimentar más la pequeña “manía” que tenía, incluso haciendo que se le escape más su sonrisa jocosa.
—Solo abrí la puert-… — interrumpida por el arrebato del hombre, se quedó viéndolo atentamente, para que no haga nada raro con el papel. —No dañes la foto. La necesito.
Luego de unos segundos de inspección, el tipo no había reconocido para nada al hombre de la foto. Incluso, parecía ser, que era raro que pasase por allí, ya que no querían manchar la imagen del restaurante. Le parecía una excusa estúpida para que mantengan a vagabundos lejos de su local, pero no iba a ponerse a discutir sobre eso en ese momento.
Su estado de nervios y felicidad, por lo que pensaba que iba a ser algo divertido, fue solo momentáneo, volviendo nuevamente a tener que dirigirse a otro lugar para seguir buscando al fotografiado. Dio un suspiro y, al igual que él hizo con ella, le sacó la foto para volver a guardarla.
—Bien… bien. Ya no los molestó más. Muchas gracias por la información.
Sin más vueltas, salió de la cocina y se quedó quieta por unos segundos, algo frustrada quizás.
«Bueno, espero que los del mercado no me manden para otro lado, que ya pienso que me lo hacen a posta.»
Siguiendo tal cual lo que le dijo el bigotudo, se encaminó directo para la zona del mercado donde vendían los alimentos frescos, buscando con ansias en los rostros de las personas que pasaban, no solo al ex shinobi, sino también a gente que tenga pinta que pueda saber algo sobre él.