22/06/2021, 22:56
Eri quiso llorar ante lo insinuado por el dueño del local, con el sello todavía activo. ¿De verdad no iba a dejar que se quedaran? Necesitaban descansar, todos ellos. Estaban cansados y adoloridos, y aunque Daruu hubiera hecho una broma, ¡ella misma se había explicado!
Por suerte, a través de su sello —y tras una sonora carcajada—, Daruu explicó la verdad. Se dio a conocer como el campeón del último Torneo de los Dojos «Buena esa, seguro que ha oído hablar de ello», hasta que al final afirmó que se dirigía para la posada.
—¿Ve? De verdad que no mentimos. Cuando venga podrá verlo con sus propios ojos... —Colaboró la Uzumaki, con ojos suplicantes.
A este paso le daba igual hasta compartir habitación con el Kusajin que tenía al lado.
Por suerte, a través de su sello —y tras una sonora carcajada—, Daruu explicó la verdad. Se dio a conocer como el campeón del último Torneo de los Dojos «Buena esa, seguro que ha oído hablar de ello», hasta que al final afirmó que se dirigía para la posada.
—¿Ve? De verdad que no mentimos. Cuando venga podrá verlo con sus propios ojos... —Colaboró la Uzumaki, con ojos suplicantes.
A este paso le daba igual hasta compartir habitación con el Kusajin que tenía al lado.