4/07/2021, 20:34
El hombre carcajeó ante el comentario de la joven. No pareció tomárselo a mal pese a todo.
—¡Ja! — Sonrió burlesco el carnicero. —Un filo más grande no marca diferencia ¡la precisión es lo importante!. Si crees que puedes tajear unas buenas rebanadas con el grosor y peso exacto para un almuerzo familiar, quiero verte intentarlo —. Sacó la vara de afilar y de inmediato procedió a frotar el cuchillo para continuar con su labor.
Sin embargo, se quedó extrañado ante la petición de la muchacha. ¿Lo había buscado a él en específico? El sujete alzó una ceja, dejó su herramienta a un lado y tomó la fotografía entre sus dedos. Frunció un poco el ceño, y observó detenidamente la foto.
—Cielos... — Su mirada de sorpresa parecía la de alguien que acababa de recibir una revelación. —Luce diferente, pero sí que lo he visto. Luce realmente diferente aquí, ¡no eme hubiese imaginado que ese sujeto era un ninja! Quiero decir... ¿Cómo terminas...?— Observó a la chica, y de nuevo a la foto. —Perdón, es qué, me agarró por sorpresa —. Se rascó la nuca.
—El solía merodear por aquí cuando había un perro callejero que vagabundeaba por esta zona... Yo siempre les dejaba los desperdicios de carne que estaban por echarse a perder o las grasas. Lo veía siempre compartiendo con el animal pese a su situación. Sin embargo parece que mandaron una kunoichi a rescatar a varios animales callejeros y se llevaron al perro a un refugio. El hombre dejó de pedirme sobras desde entonces — Se cubrió la mano con la boca sin quitarle la vista a la foto. —Mira, hasta dónde sé. El tipo duerme cerca de unas bodegas no muy lejos de aquí. Guardan comida empaquetada y demás — Señaló entonces con su mano un cruce. —Sigue por esa ruta y encontrarás los depósitos. Debería resguardarse bajo la cornisa de alguno de los edificios.
Una anciana se acercaba, así que el hombre estiró la foto para devolverla y tomar de nuevo sus utensilios ante la presencia de más clientes potenciales.
—¡Ja! — Sonrió burlesco el carnicero. —Un filo más grande no marca diferencia ¡la precisión es lo importante!. Si crees que puedes tajear unas buenas rebanadas con el grosor y peso exacto para un almuerzo familiar, quiero verte intentarlo —. Sacó la vara de afilar y de inmediato procedió a frotar el cuchillo para continuar con su labor.
Sin embargo, se quedó extrañado ante la petición de la muchacha. ¿Lo había buscado a él en específico? El sujete alzó una ceja, dejó su herramienta a un lado y tomó la fotografía entre sus dedos. Frunció un poco el ceño, y observó detenidamente la foto.
—Cielos... — Su mirada de sorpresa parecía la de alguien que acababa de recibir una revelación. —Luce diferente, pero sí que lo he visto. Luce realmente diferente aquí, ¡no eme hubiese imaginado que ese sujeto era un ninja! Quiero decir... ¿Cómo terminas...?— Observó a la chica, y de nuevo a la foto. —Perdón, es qué, me agarró por sorpresa —. Se rascó la nuca.
—El solía merodear por aquí cuando había un perro callejero que vagabundeaba por esta zona... Yo siempre les dejaba los desperdicios de carne que estaban por echarse a perder o las grasas. Lo veía siempre compartiendo con el animal pese a su situación. Sin embargo parece que mandaron una kunoichi a rescatar a varios animales callejeros y se llevaron al perro a un refugio. El hombre dejó de pedirme sobras desde entonces — Se cubrió la mano con la boca sin quitarle la vista a la foto. —Mira, hasta dónde sé. El tipo duerme cerca de unas bodegas no muy lejos de aquí. Guardan comida empaquetada y demás — Señaló entonces con su mano un cruce. —Sigue por esa ruta y encontrarás los depósitos. Debería resguardarse bajo la cornisa de alguno de los edificios.
Una anciana se acercaba, así que el hombre estiró la foto para devolverla y tomar de nuevo sus utensilios ante la presencia de más clientes potenciales.