6/07/2021, 18:12
(Última modificación: 6/07/2021, 18:22 por Amedama Daruu. Editado 1 vez en total.)
Como Amedama Daruu fue el primero en postear en llegar, tuvo tiempo de sobra para correr hacia la cama de matrimonio y echarse en plancha. Después de hacerlo, se arrepintió un poco por eso de que tenía una herida curándose en todo el pecho, y además el colchón no era del todo cómodo. El Hyūga rodó, gimiendo un poco de dolor, y se quedó un rato observando la habitación mientras sus compañeros entraban y se hacían a ella. Cuando el silencio fue lo más grande en aquella sala, dijo:
—Todavía no me acostumbro. —Suspiró—. He estado varias veces al borde de la muerte, y todavía no me acostumbro. Nos entrenan desde ñinos a enfrentar estas situaciones. Me gustaría decir, irónicamente, que esta ha sido la peor, la vez que he estado más cerca. Pero no es así.
»No es así, y esa vez sí que fue horrible. Pero aún así...
»...no, todavía no me acostumbro.
—Todavía no me acostumbro. —Suspiró—. He estado varias veces al borde de la muerte, y todavía no me acostumbro. Nos entrenan desde ñinos a enfrentar estas situaciones. Me gustaría decir, irónicamente, que esta ha sido la peor, la vez que he estado más cerca. Pero no es así.
»No es así, y esa vez sí que fue horrible. Pero aún así...
»...no, todavía no me acostumbro.