11/07/2021, 00:44
(Última modificación: 11/07/2021, 00:45 por Akamatsu Nao. Editado 1 vez en total.)
El hombre cayó sin más. El golpe en su espalda tras el gran salto de la kunoichi fue algo que no pudo prever en ningún momento, sumado al estruendoso puñetazo lleno de rabia propinado por la chica. La sangre no tardó en brotar, pero el hombre aún así apretaba los dientes. Miró al lado, estaban justo sobre las tablas del puente, en uno de los soportes.
—¡Ya nadie puede detenerlo aunque quisiéramos!— El hombre entonces, intentó aferrarse a la kunoichi ya sea con las manos o con las piernas. Así tuviera que meter sus dedos en los ojos de la chica para intentar dejarla ciega, simplemente ahora no quería soltarla. —¡Esta vez no será sólo un segmento! ¡SINO TODO EL PUENTE!— Diría, intentando ganar más tiempo para que el resto de sus colegas quisieran huir.
Los otros cinco a lo sumo voltearon de reojo, pero ninguno quiso regresar a por él, salvo uno de los bandidos que parecía más joven de lo normal.
—¡DAIDOJI!— Gritó a viva voz.
Otro de sus colegas lo tomó del hombro, y lo forzó a seguir corriendo.
—¡Ya nadie puede detenerlo aunque quisiéramos!— El hombre entonces, intentó aferrarse a la kunoichi ya sea con las manos o con las piernas. Así tuviera que meter sus dedos en los ojos de la chica para intentar dejarla ciega, simplemente ahora no quería soltarla. —¡Esta vez no será sólo un segmento! ¡SINO TODO EL PUENTE!— Diría, intentando ganar más tiempo para que el resto de sus colegas quisieran huir.
Los otros cinco a lo sumo voltearon de reojo, pero ninguno quiso regresar a por él, salvo uno de los bandidos que parecía más joven de lo normal.
—¡DAIDOJI!— Gritó a viva voz.
Otro de sus colegas lo tomó del hombro, y lo forzó a seguir corriendo.