13/07/2021, 16:36
En muchos casos, la gente recurría al distrito comercial para satisfacer su ocio. Digamos, era el lugar por excelencia en Amegakure para salir, ya que ahí podías encontrar de todo. Y cuando nos referimos a "de todo", es en el sentido casi literal de la frase. Nadie se esperaba lo que estaba ocurriendo ese día en el lugar.
—¡VAMOS VAMOS!
Unos ruidos y gritos provenían de una gran ronda de gente que se había formado en una de las calles del distrito. Toda la muchedumbre se encontraba alentando.
—¡SIGAN ASÍ!
—¡ESTOS TIPOS ESTAN LOCOS!
La gente estaba totalmente efusiva y sorprendida por no creer lo que estaban viendo. Si se tenía la suficiente suerte para ver lo que estaba pasando dentro, se entendería fácilmente la reacción de las masas.
Tres hombres se encontraban montando el espectáculo. Los 3, al mismo tiempo, se encontraba haciendo lo que se le denomina jueguitos o dominadas, cada uno con su balón correspondiente. Ya llevaban un tiempo y aún no se les caía la pelota. Pero, lo que era realmente sorprendente, es que estaban haciendo los mismos movimientos, coreografiados de una manera totalmente perfecta. Sus movimientos no fallaban, parecían marionetas que se movían al unísono, pero con movimientos totalmente humanos.
Había un detalle, no menor, que la gente no estaba teniendo en cuenta o que no le daban importancia. Las caras de cada showman no demostraba lo que estaban haciendo, incluso ninguno de los tres estaba mirando la pelota, sino para delante. Y no parecían estar realmente contentos con su actuación.
Si se miraba las espaldas de cada uno de ellos, se notaría que estaban conectados por una muy fina sombra que provenía de un callejón muy cercano a ellos. Incluso, si se estaba lo suficientemente cerca del callejón, de vez en cuando se escuchaba una risilla.
—Nosotros no estamos haciendo esto ¡Queremos parar! — exclamó uno de los tres que estaban en el centro.
La gente solo rio, pensando que la broma esa formaba parte del show.
—¡VAMOS VAMOS!
Unos ruidos y gritos provenían de una gran ronda de gente que se había formado en una de las calles del distrito. Toda la muchedumbre se encontraba alentando.
—¡SIGAN ASÍ!
—¡ESTOS TIPOS ESTAN LOCOS!
La gente estaba totalmente efusiva y sorprendida por no creer lo que estaban viendo. Si se tenía la suficiente suerte para ver lo que estaba pasando dentro, se entendería fácilmente la reacción de las masas.
Tres hombres se encontraban montando el espectáculo. Los 3, al mismo tiempo, se encontraba haciendo lo que se le denomina jueguitos o dominadas, cada uno con su balón correspondiente. Ya llevaban un tiempo y aún no se les caía la pelota. Pero, lo que era realmente sorprendente, es que estaban haciendo los mismos movimientos, coreografiados de una manera totalmente perfecta. Sus movimientos no fallaban, parecían marionetas que se movían al unísono, pero con movimientos totalmente humanos.
Había un detalle, no menor, que la gente no estaba teniendo en cuenta o que no le daban importancia. Las caras de cada showman no demostraba lo que estaban haciendo, incluso ninguno de los tres estaba mirando la pelota, sino para delante. Y no parecían estar realmente contentos con su actuación.
Si se miraba las espaldas de cada uno de ellos, se notaría que estaban conectados por una muy fina sombra que provenía de un callejón muy cercano a ellos. Incluso, si se estaba lo suficientemente cerca del callejón, de vez en cuando se escuchaba una risilla.
—Nosotros no estamos haciendo esto ¡Queremos parar! — exclamó uno de los tres que estaban en el centro.
La gente solo rio, pensando que la broma esa formaba parte del show.