19/07/2021, 11:24
(Última modificación: 20/07/2021, 14:32 por Uzumaki Eri. Editado 1 vez en total.)
Lo bueno de vicir en un barco, es que tenias una casa móvil. Podias irte de vacaciones a cualquier lugar y te llevabas la casa contigo. Menos a las cosas de la hierba. Ahí no podía ir.
Por otra parte, lo malo de cicir en un barco es que o te acostumbrabas al oleaje, o era terriblemente incómodo. Como si todas las noches mientras duermes hubiera terremotos. A veces las aguas estaban calmadas, otras no. Pero al final uno se adaptaba.
—¡Reiji! ¿Estás bien?
—Si, estoy acostumbrado a estas cosas.
Lo del oleaje era de lo más común del mundo en mi vida portuaria. Casi tan común como levantarse de la cama por las mañanas. Lo que no era tan comun era la segunda ola, ni la figura sobre el agua a lo lejos.
¿Nos estaban atacando por la costa? Joder, encima durante mis vacaciones. ¿No podian atacar cuando se terminasen? ¿Era necesarios joderme las vacaciones?
—No veo nada desde aquí, pero algo me dice que eso que vemos en el agua no es un amigo. Quizás deberíamos ir a ayudar.
Aunque en realidad, había dicho ese quizas mientras estaba entrando al barco corriendo para cojer a Tsubame. Quien sabe si eso no era un ataque de Kurama o Dragón rojo.
Por otra parte, lo malo de cicir en un barco es que o te acostumbrabas al oleaje, o era terriblemente incómodo. Como si todas las noches mientras duermes hubiera terremotos. A veces las aguas estaban calmadas, otras no. Pero al final uno se adaptaba.
—¡Reiji! ¿Estás bien?
—Si, estoy acostumbrado a estas cosas.
Lo del oleaje era de lo más común del mundo en mi vida portuaria. Casi tan común como levantarse de la cama por las mañanas. Lo que no era tan comun era la segunda ola, ni la figura sobre el agua a lo lejos.
¿Nos estaban atacando por la costa? Joder, encima durante mis vacaciones. ¿No podian atacar cuando se terminasen? ¿Era necesarios joderme las vacaciones?
—No veo nada desde aquí, pero algo me dice que eso que vemos en el agua no es un amigo. Quizás deberíamos ir a ayudar.
Aunque en realidad, había dicho ese quizas mientras estaba entrando al barco corriendo para cojer a Tsubame. Quien sabe si eso no era un ataque de Kurama o Dragón rojo.