23/07/2021, 20:56
Ranko pareció haber tenido un mal traspié, desestabilizando al tocar el suelo y posteriormente perdiendo el equilibrio hasta rodar por la maleza salvaje y algún que otro arbusto que le arañaría la piel con sus ramas. Lyndis no escuchó el golpe de esta, pero cuando giró la cabeza para comprobar que la había sobrepasado, la vería en un lateral del camino tirada, junto con las pertenencias de ambas por el suelo. Detendría entonces su marcha, de grandes saltos a unas zancadas, y posteriormente un paso ligero que cambiaría de sentido.
— ¡Ranko! ¿¡Estas bién!? ¡¿Que te ha pasado?! — gritaría mientras recortaba la distancia lo más rapido que podía. — ¡¿Estas bién?! ¡¿Te has roto algo?! — preguntaría nuevamente bastante alarmaada.
Suspiraba con fuerza mientras el sudor le recorría la piel, en un principio por el esfuerzo físico que ambas estaban haciendo, pero ahora sobre todo que su nueva compañera había resultado herida aparentemente.
— ¡Ranko! ¿¡Estas bién!? ¡¿Que te ha pasado?! — gritaría mientras recortaba la distancia lo más rapido que podía. — ¡¿Estas bién?! ¡¿Te has roto algo?! — preguntaría nuevamente bastante alarmaada.
Suspiraba con fuerza mientras el sudor le recorría la piel, en un principio por el esfuerzo físico que ambas estaban haciendo, pero ahora sobre todo que su nueva compañera había resultado herida aparentemente.