¡Doctor, no siento las piernas!

[Uchiha Zaide]

Por supuesto, se esperaba una respuesta así. El chico de: yo no respondo preguntas, no cantaría a la primera. Suspiró, cansado.

—Eres muy inocente. Como cuando pensaste que podrías salvar a Yota y derrocarme al mismo tiempo —le dijo, franco. En cierta manera, eso le recordaba a él. Cuando era joven e iluso—. ¿Crees que la fuerza de voluntad lo puede todo, huh? Supongo que te ha ido todo más o menos bien hasta ahora. Supongo que todavía no te llevaste el hachazo. Ese que parte tu alma en dos y te enseña que la vida no es como en las películas.

»¿Eres tenaz? ¿Y a mí qué? Todos tenemos un punto débil. Todos rompemos si nos aciertan en el sitio adecuado. Todos —repitió, por si no le había quedado claro—. ¿Qué pasará cuando traiga a Yota, huh? ¿Qué pasará cuando le arranque los dedos, uno a uno? Luego los pies. Las manos. Los brazos. ¿Seguirás sin decirme nada? ¿Por qué? ¿Por orgullo?

»Y lo peor de todo es que él, tu Capitán, ya ha cantado. Me ha dicho dónde está. Yo solo necesito que me lo confirmes. Y ni siquiera es que lo necesite, en realidad. Podría ir a comprobarlo yo mismo, pero eso son unos cuántos días de viaje. Así que, la verdadera pregunta es: ¿merece condenar la vida de tu compañero por simplemente quedar bien con tu Kage?