29/07/2021, 00:17
Le encantaba meter el pie dentro del fango. Y cada vez lo tenía más enterrado. «Otra vez no.» Sintió que la levantó desde la ropa, con la misma facilidad que una persona levantaba a un perro pequeño. Nuevamente, esos ojos se marcaron totalmente y, ahora por la cercanía, pudo notar las pupilas del muchacho, cosa que delataba que la vista no le faltaba. Aunque eso ya lo había empezado a dudar en el transcurso de la conversación. Esta vez se sentía un poco más asustada que antes incluso, estaba mucho más cerca el chico, la forma de lo que lo dijo fue mucho más directa y ya la estaba agarrando. Además, de amenazarle nuevamente con enviarla al calabozo.
—Perdón, no buscaba ofenderte a ti ni a nadie.
No se le ocurría otra cosa que decirle, en ningún momento pensó que se lo iba a tomar tan serio. Para ella, era solo un chiste y no buscaba dañarlo realmente. Pero tenía que entender que no todos iban a dejar pasar esas cosas.
—Realmente lo siento.
—Perdón, no buscaba ofenderte a ti ni a nadie.
No se le ocurría otra cosa que decirle, en ningún momento pensó que se lo iba a tomar tan serio. Para ella, era solo un chiste y no buscaba dañarlo realmente. Pero tenía que entender que no todos iban a dejar pasar esas cosas.
—Realmente lo siento.