2/08/2021, 14:58
Aquella pequeña y cariñosa anciana, no dudo en invitar a ambas kunoichis a pasar al interior de su casa. Pero la verdad era un poco distinta, estaba confundiendo a ambas por conocidos suyos. Ranko parecía negarse a rechazar su hospitalidad, por lo que dirigió una mirada de confusión a Lyndis, que reaccionó algo nerviosa, mirando a los lados y acariciándose la nuca mientras reunía las palabras y el coraje suficiente para decirlo lo más delicadamente posible.
— D-Disculpe señora... P-Pero nos está confundiendo con otras personas. Yo me llamo Lyndis, y esta es mi compañera Ranko — dijo agazapándose un poco, para ponerse a la altura de ella e intentando ser lo más clara a la hora de hablar posible, no solo intentando escoger palabras simples, sino también ser clara con su tono de voz. — Estamos de viaje por una misión, y estábamos buscando un lugar donde pasar la noche. No nos importa aceptar su hospitalidad, pero no queremos que todo acabe en un malentendido ¿si? — Sonrió levemente y dibujando un gesto de confusión en su rostro, esperando que hubiera sido lo suficientemente explicita.
— D-Disculpe señora... P-Pero nos está confundiendo con otras personas. Yo me llamo Lyndis, y esta es mi compañera Ranko — dijo agazapándose un poco, para ponerse a la altura de ella e intentando ser lo más clara a la hora de hablar posible, no solo intentando escoger palabras simples, sino también ser clara con su tono de voz. — Estamos de viaje por una misión, y estábamos buscando un lugar donde pasar la noche. No nos importa aceptar su hospitalidad, pero no queremos que todo acabe en un malentendido ¿si? — Sonrió levemente y dibujando un gesto de confusión en su rostro, esperando que hubiera sido lo suficientemente explicita.