21/01/2016, 23:31
- ¿Cómo te atreves...? - masculló la kunoichi, apretando los dientes.- ¡Tarado de mierda! ¡Si no te hubieras gastado todo el dinero en la primera mano, podríamos haber seguido jugando!
Ahí estaba en lo cierto, tenía que reconocerlo. No supo porqué, quizá por la confianza que le había dado el alcohol, pero había tenido un arrebato nada inteligente en aquella jugada, y más teniendo en cuenta que había visto a Cicatrices haciendo trampas. Joder, ¿cómo fui tan burro? Pero una cosa era reconocerlo, y otra muy distinta admitirlo ante ella.
—Oh, claro… —Se puso de morritos y colocó los brazos en jarras—. ¡Datsue-san, Datsue-san! —dijo con voz chillona, imitándola—. No te preocupes Datsue-san, tienes mejores cartas. Tú sube. ¡Suuubeee!
Furiosa por la réplica del Uchiha, Kunie se acercó a la mesa. El tacto del suelo era viscoso y desgradable. Se puso de rodillas, buscando algo debajo de la mesa. Cuando lo encontró, se irguió en toda su estatura, señalando a Datsue con un índice acusador.
- ¿¡Crees que habrías conseguido un resultado distinto con tu papelito de paz y amor!? ¡Al menos a mi manera estaremos lejos de aquí cuando lleguen los guardias!
Datsue no se dejó amilanar.
—Ese papelito de paz y amor como dices, tiene tan sólo un radio de explosión de metro y medio, listilla —le informó, de forma deliberadamente pedante—. Era más bien una distracción, joder. Para poder huir. Y no sé qué les pasaría, pero al menos ese buen hombre de ahí seguiría vivo —aseguró, señalando al pobre camarero que yacía tras la barra.
Tras la acalorada discusión, Kunie salió afuera a comprobar que no había nadie cerca. Entonces volvió.
- Tenemos que largarnos de aquí, y rápido. - señaló la mesa empapada de sangre, como si hubieran degollado a un cerdo sobre ella.- Pero antes tienes que quitar el sello. Si nos pillan por esa tontería, la muerte de un hombre inocente habrá sido en vano.
Mierda, no lo había pensado… Ese sello explosivo tiene mi chakra.
—Pues no lo puedo quitar —masculló con pesar—. Cuando se coloca un sello, o explota o... explota. No hay otra.
Se rascó la cabeza, pensativo, mientras recogía su dinero de la mesa.
—¿Y si colocamos una trampa? —Era rizar el rizo de la locura, lo sabía, ¿pero qué otra cosa podía hacer? Si hacía estallar el sello en aquel instante, el ruido podría alertar a los vecinos. Y dejarlo con su chakra rezumando bajo la mesa no era una opción—. Puedo atar un hilo al sello y, en el otro extremo, atarlo a la manilla de la puerta. Así, el primero que intente entrar, al abrir la puerta, el hilo tirará del sello y… ¡BUM! Adiós a la pista. Y de paso esto se vuelve todavía más caótico.
Ahí estaba en lo cierto, tenía que reconocerlo. No supo porqué, quizá por la confianza que le había dado el alcohol, pero había tenido un arrebato nada inteligente en aquella jugada, y más teniendo en cuenta que había visto a Cicatrices haciendo trampas. Joder, ¿cómo fui tan burro? Pero una cosa era reconocerlo, y otra muy distinta admitirlo ante ella.
—Oh, claro… —Se puso de morritos y colocó los brazos en jarras—. ¡Datsue-san, Datsue-san! —dijo con voz chillona, imitándola—. No te preocupes Datsue-san, tienes mejores cartas. Tú sube. ¡Suuubeee!
Furiosa por la réplica del Uchiha, Kunie se acercó a la mesa. El tacto del suelo era viscoso y desgradable. Se puso de rodillas, buscando algo debajo de la mesa. Cuando lo encontró, se irguió en toda su estatura, señalando a Datsue con un índice acusador.
- ¿¡Crees que habrías conseguido un resultado distinto con tu papelito de paz y amor!? ¡Al menos a mi manera estaremos lejos de aquí cuando lleguen los guardias!
Datsue no se dejó amilanar.
—Ese papelito de paz y amor como dices, tiene tan sólo un radio de explosión de metro y medio, listilla —le informó, de forma deliberadamente pedante—. Era más bien una distracción, joder. Para poder huir. Y no sé qué les pasaría, pero al menos ese buen hombre de ahí seguiría vivo —aseguró, señalando al pobre camarero que yacía tras la barra.
Tras la acalorada discusión, Kunie salió afuera a comprobar que no había nadie cerca. Entonces volvió.
- Tenemos que largarnos de aquí, y rápido. - señaló la mesa empapada de sangre, como si hubieran degollado a un cerdo sobre ella.- Pero antes tienes que quitar el sello. Si nos pillan por esa tontería, la muerte de un hombre inocente habrá sido en vano.
Mierda, no lo había pensado… Ese sello explosivo tiene mi chakra.
—Pues no lo puedo quitar —masculló con pesar—. Cuando se coloca un sello, o explota o... explota. No hay otra.
Se rascó la cabeza, pensativo, mientras recogía su dinero de la mesa.
—¿Y si colocamos una trampa? —Era rizar el rizo de la locura, lo sabía, ¿pero qué otra cosa podía hacer? Si hacía estallar el sello en aquel instante, el ruido podría alertar a los vecinos. Y dejarlo con su chakra rezumando bajo la mesa no era una opción—. Puedo atar un hilo al sello y, en el otro extremo, atarlo a la manilla de la puerta. Así, el primero que intente entrar, al abrir la puerta, el hilo tirará del sello y… ¡BUM! Adiós a la pista. Y de paso esto se vuelve todavía más caótico.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado