11/08/2021, 15:16
Una vez acostada, y tras murmurar cosas sin sentido ni lógica alguna, Ranko se levantó para ir a recoger las pertenencias de ambas, a lo que Lyndis se arqueo para observar como se marchaba, y recostarse nuevamente mirando al techo.
Miro a los lados, reconociendo que no estas en su casa pese a estar todavía intoxicada por el alcohol, seguía teniendo algo de resistencia a ella. Ranko entonces comenzaría a sacar una bolsa de dormir que llevaba en su mochila, un poco distanciada de ella y se sentaría posteriormente a su lado.
—E-esta vez la dejaré p-pasar, Lyndis, pe-pero... Pero me debes un combate, ¿Ok? Y n-nada más de sake e-en esta misión, ¿Ok?
—Hum... — Dijo afirmando con la mirada entrecortada, y un rubor no perceptible en las mejillas.
Tras que su compañera se acostara también, ella quedaría un rato mirando al techo, pensando en que tal vez se había pasado. Ya no por Sagiso, si no por el débil corazón de aquella anciana.
—Yo... Lo siento, me he pasado con la pobre anciana... —Tampoco es que esperara que la perdonase, pero si que sentía que había hecho buenas migas con ella, hacia tiempo que no se sentía tan cómoda con otra persona, y tal vez si se abria un poco... — Puedes llamarme Waai... — Le daría entonces la espalda, avergonzada de lo que estaba contando en aquel momento. — M-Mi nombre real es Waai Fu. M-Me lo cambie cuando vine a Kusagakure...
Miro a los lados, reconociendo que no estas en su casa pese a estar todavía intoxicada por el alcohol, seguía teniendo algo de resistencia a ella. Ranko entonces comenzaría a sacar una bolsa de dormir que llevaba en su mochila, un poco distanciada de ella y se sentaría posteriormente a su lado.
—E-esta vez la dejaré p-pasar, Lyndis, pe-pero... Pero me debes un combate, ¿Ok? Y n-nada más de sake e-en esta misión, ¿Ok?
—Hum... — Dijo afirmando con la mirada entrecortada, y un rubor no perceptible en las mejillas.
Tras que su compañera se acostara también, ella quedaría un rato mirando al techo, pensando en que tal vez se había pasado. Ya no por Sagiso, si no por el débil corazón de aquella anciana.
—Yo... Lo siento, me he pasado con la pobre anciana... —Tampoco es que esperara que la perdonase, pero si que sentía que había hecho buenas migas con ella, hacia tiempo que no se sentía tan cómoda con otra persona, y tal vez si se abria un poco... — Puedes llamarme Waai... — Le daría entonces la espalda, avergonzada de lo que estaba contando en aquel momento. — M-Mi nombre real es Waai Fu. M-Me lo cambie cuando vine a Kusagakure...