19/08/2021, 22:20
Datsue se sorprendió de ver a Hanabi vestido tan… casual. Tan urbano. Parecía que iba en serio con lo de cenar y tomar algo por ahí. «Así me gusta, coño. No todo va a ser vivir en el escritorio del despacho».
—Pues no tengo queja, la verdad. La vida me sonríe, qué puedo decirle —respondió, sonriendo él también—. Hace poco ideé un nuevo jutsu que… Buenobuenobueno, si es que es hipermegaconfidencial. No me tire de la lengua, de verdad. No, no, top secret —negaba una y otra vez con la cabeza—. Mire, solo voy a decirle que se llama Oyako Rasengan, y que como esa bestialidad te dé buena suerte y bye bye.
No es que fuese especialmente dañina, pero lo verdaderamente diferenciador era el jūinjutsu que colocaba. Bien escogido podía ser un hándicap brutal para el oponente. Ardía en deseos de probarlo en un duelo. A poder ser no mortal. Nunca había sido de esos que disfrutaban con la adrenalina que el cuerpo generaba cuando se veía en peligro.
—Datsuse muy bien. Demasiado bien. Estoy pensando que quizá tenía que haberle castrado en su momento. Está entrando en esa fase, ya sabe. —No podía culparle—. ¿Y cómo le va por su parte? —quiso saber, curioso. Desde que habían asesinado al último Daimyō y habían visto a su difunta expareja viva no habían vuelto a hablar. Y aquello no había sido algo menor, precisamente.
—Pues no tengo queja, la verdad. La vida me sonríe, qué puedo decirle —respondió, sonriendo él también—. Hace poco ideé un nuevo jutsu que… Buenobuenobueno, si es que es hipermegaconfidencial. No me tire de la lengua, de verdad. No, no, top secret —negaba una y otra vez con la cabeza—. Mire, solo voy a decirle que se llama Oyako Rasengan, y que como esa bestialidad te dé buena suerte y bye bye.
No es que fuese especialmente dañina, pero lo verdaderamente diferenciador era el jūinjutsu que colocaba. Bien escogido podía ser un hándicap brutal para el oponente. Ardía en deseos de probarlo en un duelo. A poder ser no mortal. Nunca había sido de esos que disfrutaban con la adrenalina que el cuerpo generaba cuando se veía en peligro.
—Datsuse muy bien. Demasiado bien. Estoy pensando que quizá tenía que haberle castrado en su momento. Está entrando en esa fase, ya sabe. —No podía culparle—. ¿Y cómo le va por su parte? —quiso saber, curioso. Desde que habían asesinado al último Daimyō y habían visto a su difunta expareja viva no habían vuelto a hablar. Y aquello no había sido algo menor, precisamente.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado