«Que carajos...»
Todo había pasado muy rápido. Y si, su cara tenía la misma expresión de lo que pensaba. Así mismo pero algo disfrazada por todo el sueño que tenía. Llevó su mirada hacia sus manos, mirando sus palmas y pensando porqué no tenía un pergamino de misión. Escuchó una voz al lado suya y luego el sonido del paraguas abrirse. Jun se quedó observando a la chica, que tenía aquel paraguas y un pergamino. Por lo menos en ese día, era la antítesis total de la Nara. La otra amejin se encontraba preparada, con su paraguas, parecía de buen humor y no parecía cansada.
—¿Eh? — respondió con cierta lentitud y se recompuso. Recién ahí se dio cuenta que estaba en una misión en duo. —Si si, perdón. Nara Jun. Un gusto. — intentó sonreír pero era una sonrisa rara, cargada de cansancio.
Tomó el paraguas con una mano y veía como la muchachita se acercaba para leer el pergamino. Se encontraba tan abobada que no se había dado cuenta que estaba en frente de la hermana de Chika. Y vaya que era difícil no darse cuenta, tenían muchos rasgos muy parecidos.
Cuando Kimi abrió el pergamino, se quedó leyendo atenta y mirando de reojo a la muchachita, intentando que sus neurotransmisores conecten para saber de donde la sonaba tanto.
—Parece que vamos a tener una misión interesante. — pegó un bostezo y se sobó el ojo. —¿Vamos partiendo? — soltó con una voz más aguda de lo normal.
Todo había pasado muy rápido. Y si, su cara tenía la misma expresión de lo que pensaba. Así mismo pero algo disfrazada por todo el sueño que tenía. Llevó su mirada hacia sus manos, mirando sus palmas y pensando porqué no tenía un pergamino de misión. Escuchó una voz al lado suya y luego el sonido del paraguas abrirse. Jun se quedó observando a la chica, que tenía aquel paraguas y un pergamino. Por lo menos en ese día, era la antítesis total de la Nara. La otra amejin se encontraba preparada, con su paraguas, parecía de buen humor y no parecía cansada.
—¿Eh? — respondió con cierta lentitud y se recompuso. Recién ahí se dio cuenta que estaba en una misión en duo. —Si si, perdón. Nara Jun. Un gusto. — intentó sonreír pero era una sonrisa rara, cargada de cansancio.
Tomó el paraguas con una mano y veía como la muchachita se acercaba para leer el pergamino. Se encontraba tan abobada que no se había dado cuenta que estaba en frente de la hermana de Chika. Y vaya que era difícil no darse cuenta, tenían muchos rasgos muy parecidos.
Cuando Kimi abrió el pergamino, se quedó leyendo atenta y mirando de reojo a la muchachita, intentando que sus neurotransmisores conecten para saber de donde la sonaba tanto.
—Parece que vamos a tener una misión interesante. — pegó un bostezo y se sobó el ojo. —¿Vamos partiendo? — soltó con una voz más aguda de lo normal.