21/08/2021, 13:56
La ancianita les dirigió entonces unas palabras a cada una, de forma concisa y breve. Sobre Ranko lo obvio, era una buena chica, y que seguramente tendría problemas de lo buen corazón que tenía y lo buena que era. De Lyndis, que ella era dichos problemas. Hubiera deseado que se equivocara. La joven respondió torciendo el gesto en su mirada, algo molesta y volvió a su plato.
Ranko volvería a mencionar su preocupación, y Lyndis se apoyaría sobre una de sus manos, sin tener claro que decir.
— Lo sé, lo sé ¿pero que hacemos? Dice que aquí esta más que a gusto — volvería a su plato, terminando su comida y relamiendo sus labios. — Y tampoco es que tengamos mucho tiempo ¿cuanto nos queda para llegar si quiera?
Protestó nuevamente, cruzándose de brazos y echándose un poco encima de la mesa, apoyando los codos.
Ranko volvería a mencionar su preocupación, y Lyndis se apoyaría sobre una de sus manos, sin tener claro que decir.
— Lo sé, lo sé ¿pero que hacemos? Dice que aquí esta más que a gusto — volvería a su plato, terminando su comida y relamiendo sus labios. — Y tampoco es que tengamos mucho tiempo ¿cuanto nos queda para llegar si quiera?
Protestó nuevamente, cruzándose de brazos y echándose un poco encima de la mesa, apoyando los codos.