23/08/2021, 00:21
—¿Ahm? — creyó haber escuchado a la otra chica mientras bostezaba. Parecía que no estaba del todo confiada con respecto a la misión. —¿Misterios? Realmente no lo sé.
Devolvió el paraguas a su dueña. Y, ni bien lo hizo, llevó ambas manos a sus propias mejillas y comenzó a darse bofetadas, está de más decir que eran suaves. Pero estaba intentando, de alguna forma, reactivarse y estar más avispada para lo que venía. Quería dar una imagen con un poco más de seguridad.
Había comenzado a dar los primeros pasos, esperando que Kimi la siga.
—Bueno, nunca fui a una de estas casas ni nada. Pero me gustan este tipo de cosas. Habré leído alguna que otra novela de investigación y de esa índole. Me tengo cierta fe. — giró su cabeza para ver a su compañera y estaba a punto de levantarle el pulgar. —Pero no te preocupes, seguro entre las do-.
Claro, cuando volvió a ver a la Kaminari y ver ese karategi y notar más sus rasgos físicos, se le prendió la lamparita e hizo un chasquido con los dedos. Llegó un poco tarde la corriente para esa lamparita, pero llegó.
—¡Eres la hermana de Chika! ¿Cierto? — se acercó un poco más a ella, pensando como había sido tan tonta de no darse cuenta. Y es que no se dio cuenta ni cuando le dijo su nombre, eso era demasiado. Era demasiado lo adormecida que se encontraba. —Tu hermana habla mucho mucho de ti. Y, bueno, también habla mucho de dulces y desayunos, pero ese es otro tema.
Devolvió el paraguas a su dueña. Y, ni bien lo hizo, llevó ambas manos a sus propias mejillas y comenzó a darse bofetadas, está de más decir que eran suaves. Pero estaba intentando, de alguna forma, reactivarse y estar más avispada para lo que venía. Quería dar una imagen con un poco más de seguridad.
Había comenzado a dar los primeros pasos, esperando que Kimi la siga.
—Bueno, nunca fui a una de estas casas ni nada. Pero me gustan este tipo de cosas. Habré leído alguna que otra novela de investigación y de esa índole. Me tengo cierta fe. — giró su cabeza para ver a su compañera y estaba a punto de levantarle el pulgar. —Pero no te preocupes, seguro entre las do-.
Claro, cuando volvió a ver a la Kaminari y ver ese karategi y notar más sus rasgos físicos, se le prendió la lamparita e hizo un chasquido con los dedos. Llegó un poco tarde la corriente para esa lamparita, pero llegó.
—¡Eres la hermana de Chika! ¿Cierto? — se acercó un poco más a ella, pensando como había sido tan tonta de no darse cuenta. Y es que no se dio cuenta ni cuando le dijo su nombre, eso era demasiado. Era demasiado lo adormecida que se encontraba. —Tu hermana habla mucho mucho de ti. Y, bueno, también habla mucho de dulces y desayunos, pero ese es otro tema.