23/08/2021, 13:53
Daruu se apartó rápidamente cuando Zetsuo arrancó a Ayame de sus brazos, y se quedó, incómodo y llorando, apoyado en una esquina. Chiiro se acercó y se abrazó a él, sollozando. Daruu le posó una mano en el pelo y se lo revolvió.
—No lo ha conseguido, entonces... —le susurró su madre. Daruu asintió—. Amekoro Yui ha muerto.
—Sin poder vengar a su hermano. Es frustrante. Es injusto.
—Rara vez el mundo es justo, lo sabes, ¿verdad?
Daruu, simplemente, asintió en silencio.
El Hyūga se vio sobresaltado cuando Zetsuo le puso una mano en el hombro, Daruu bajó la vista. Era triste. Era lo más triste que había vivido nunca. Ni siquiera le gustaba ver a Zetsuo tan cariñoso con él, tan aliviado. Era antinatural. No era el orden apropiado para las cosas. Todo estaba roto.
—Gracias. Gracias por traerla de vuelta.
—Ya lo he hecho tres veces. Lo volveré a hacer una cuarta, una quinta. Las veces que sean necesarias.
«Las veces que sean necesarias.»
—No lo ha conseguido, entonces... —le susurró su madre. Daruu asintió—. Amekoro Yui ha muerto.
—Sin poder vengar a su hermano. Es frustrante. Es injusto.
—Rara vez el mundo es justo, lo sabes, ¿verdad?
Daruu, simplemente, asintió en silencio.
El Hyūga se vio sobresaltado cuando Zetsuo le puso una mano en el hombro, Daruu bajó la vista. Era triste. Era lo más triste que había vivido nunca. Ni siquiera le gustaba ver a Zetsuo tan cariñoso con él, tan aliviado. Era antinatural. No era el orden apropiado para las cosas. Todo estaba roto.
—Gracias. Gracias por traerla de vuelta.
—Ya lo he hecho tres veces. Lo volveré a hacer una cuarta, una quinta. Las veces que sean necesarias.
«Las veces que sean necesarias.»