24/01/2016, 22:46
Ambos shinobis se acercaban al pueblo cual pareja tomados de la mano, como si fuera algo totalmente natural siendo ninjas de aldeas distintas pero a ellos poco le importaba lo que los pueblerinos pudieran llegar a imaginarse. ~ Se siente calentito… ~ Pensaba la kunoichi que tenía su atención centrada en su mano para sentir mejor el tacto de la mano ajena.
La idea de dar vueltas por el pueblo sin rumbo fijo era realmente un tanto aburrida, pero al estar en compañía la cosa cambiaba totalmente aunque el chico podría tener alguna intención aparte sin que ella se enterase de nada.
Según lo que Reiji proponía, era el tipo de persona que disfrutaba de ver paisajes quien sabe por cuanto tiempo, la cosa es que Ritsuko por su parte no sentía el más mínimo interés por sentarse a ver el horizonte y de ser posible prefería estarse en constante movimiento, por eso aunque él se hubiese frenado ella siguió caminando en dirección a la rampa hasta percatarse de que su mano se había quedado detrás. - ¿Reiji...? - Preguntó habiéndose volteado a verle.
Si el chico decidía quedarse allí parado y se veía obligada a irse sola terminaría por irse a la primer posada que se encontrase a dormir hasta otro día, con un poco de suerte se lo encontraba en otro momento pero no tenía intenciones de quedarse parada allí sin hacer nada. - Quiero el colgante Reiji. - Reclamó la pelirroja intentando obligar al shinobi de Ame a moverse de donde estaba.
La idea de dar vueltas por el pueblo sin rumbo fijo era realmente un tanto aburrida, pero al estar en compañía la cosa cambiaba totalmente aunque el chico podría tener alguna intención aparte sin que ella se enterase de nada.
Según lo que Reiji proponía, era el tipo de persona que disfrutaba de ver paisajes quien sabe por cuanto tiempo, la cosa es que Ritsuko por su parte no sentía el más mínimo interés por sentarse a ver el horizonte y de ser posible prefería estarse en constante movimiento, por eso aunque él se hubiese frenado ella siguió caminando en dirección a la rampa hasta percatarse de que su mano se había quedado detrás. - ¿Reiji...? - Preguntó habiéndose volteado a verle.
Si el chico decidía quedarse allí parado y se veía obligada a irse sola terminaría por irse a la primer posada que se encontrase a dormir hasta otro día, con un poco de suerte se lo encontraba en otro momento pero no tenía intenciones de quedarse parada allí sin hacer nada. - Quiero el colgante Reiji. - Reclamó la pelirroja intentando obligar al shinobi de Ame a moverse de donde estaba.