[Primera ronda] Combate 4: Datsue vs Reiji

[Sasaki Reiji]

El día esperado por el joven había llegado. Por fin podría salir a la arena, frente a cientos de personas, para ser admirado. Cabía la posibilidad de que fracasa en su primer combate, eso estaba claro, pero esa no era la actitud que el muchacho quería tener frente a aquella situación. Pasase lo que pasase, y fuera quien fuese su rival, el shinobi de Amegakura pensaba salir a ganar. Iba a conquistar ese trono al que llamaban victoria, y pensaba coronarse como el campeón del torneo.

Habían reunido a todos los participantes en un punto a la salida de la ciudad. Entre los participantes había todo tipo de personas. De su propia aldea, y de las otras dos principales villas, altos, bajitos, rubios, peliazules, morenos,etc. Reiji solo fue capaz de distinguir entre todas las personas, a la muchacha que le pareció un ángel, junto a la cual exploro un antiguo castillo en ruinas.

Fueron guiados hasta el estadio donde iban a tener lugar las contiendas, al menos las de la primera ronda. Todos los combatientes hicieron una pequeña visita para que reconocieran el lugar donde iban a pelear. La arena donde se iban a suceder los combates era de hierba clara y fresca. Se habían dispuesto dos enormes pilares para que los combatientes iniciaran el combate, y que los ponía a la altura de las gradas. A Reiji eso le encanto, iba a llamar mucho mas la atención, si es que no era ya lo suficiente llamativo.

Tras el paseo, se separo a los participantes y fueron encerrados tras unas puertas de piedra, que evidentemente daban al estadio, y darían paso a los combatientes por turnos. En la estancia solo había un pequeño banco, donde los participantes esperarían su turno pacientemente. Reiji aprovecho su tiempo para prepararse e invoco sus espadas de cristal en cuanto el guardia lo dejo solo. Entonces medito, con las espadas flotando a su alrededor, para recuperar el chakra que había perdido, y estar no solo preparado, si no fresco para lo que se le venia encima.

Finalmente fue llamado, su turno llegaba. Las puertas de piedra se abrieron lentamente frente al joven, que ya estaba preparado en cuanto escucho su nombre. Cuando las puertas terminaron de abrirse, el joven pudo escuchar al publico clamar excitado. Ya llevaban tres combates, así que estaban bastante animados. Pero Reiji planeaba dejarlos con la boca abierta cuando terminara su contienda, por supuesto.

Reiji cruzo el portón con los brazos abiertos y las espadas de zafiro flotando a su alrededor. Ninguna norma decía que no podía hacerlo, pero sin embargo iba a empezar el combate mostrandole gran parte de su arsenal a todo el mundo. Recibió los aplausos y exclamaciones del publico como si del mejor de los halagos se tratase. Se tomo su tiempo para caminar despacio y disfrutar mientras se acercaba al pilar que le correspondía y subía también despacio, por la pared del mismo hasta colocarse en el centro, donde hizo una reverencia a todo el publico mientras sus espadas danzaban a su alrededor.

En las grades, el que era su padre no pudo mas que golpearse la frente con una mano, pensando que el niño le había salido tonto. En otra parte de las gradas, donde se sentaban los nobles, uno de ellos, gracias a lo que el joven había hecho, había encontrado lo que hacia años le habían arrebatado. Ya sabia donde estaba, y no pensaba marchase de aquel lugar sin recuperarlo...