31/08/2021, 18:44
—¿Diosa, eh? Los shinobi ciertamente tienen un enigma detrás... Reciben golpetazos mucho mayores que los "humanos corrientes" y salen tan campantes... — Puso sus manos en las zonas en las que le indicó Lyndis, palpando y apretando, e ignoraría cualquier posible queja de la chica ante esto. —Pues mira, parece que sólo son contusiones comunes. Has soportado hasta más de lo que yo hubiese esperado, realmente una fractura no hubiese sido rara, pero no, estás de una pieza. Por suerte no tienes ni una dislocación, ni esguinces ni nada, pero cuando baje la adrenalina del todo va a doler mucho. Echaré algunos ungüentos, vendaré la zona y te daré algunos analgésicos. Descubre el torso por favor.
El sujeto se levantó y se dirigió a un estante; tomó un tarro que tenía alguna clase de crema olorosa, además de bastantes tiras de vendajes. Regresaría, y empezaría a aplicar el ungüento que se sentía bastante frío en la piel de la chica, ejerciendo bastante presión con el dedo pulgar.
—Mañana temprano seguro aparecerán moretones, así que trata de dar masajes con los dedos de forma circular como lo hago yo para que la sangre circule. Podrás moverte, pero por favor si vas a intentar pelear de nuevo, al menos trata de que no te golpeen donde mismo — Pasaría a colocar el vendaje, apretándolo de manera que quedó bastante ceñido. —Por hoy toma estas pastillas, dos al día bastarán. Descansa, y cualquier cosa extra me avisas — Le daría una dura palmada en la espalda.
El sujeto se levantó y se dirigió a un estante; tomó un tarro que tenía alguna clase de crema olorosa, además de bastantes tiras de vendajes. Regresaría, y empezaría a aplicar el ungüento que se sentía bastante frío en la piel de la chica, ejerciendo bastante presión con el dedo pulgar.
—Mañana temprano seguro aparecerán moretones, así que trata de dar masajes con los dedos de forma circular como lo hago yo para que la sangre circule. Podrás moverte, pero por favor si vas a intentar pelear de nuevo, al menos trata de que no te golpeen donde mismo — Pasaría a colocar el vendaje, apretándolo de manera que quedó bastante ceñido. —Por hoy toma estas pastillas, dos al día bastarán. Descansa, y cualquier cosa extra me avisas — Le daría una dura palmada en la espalda.