31/08/2021, 19:07
El médico reiría al final mientras la chica se marchaba.
El resto de la noche sería tranquila, siendo que ella podría tirarse a la colchoneta y cerrar los ojos sin más. Ni los ronquidos más duros de los operarios de la construcción podrían despertarla, pudiendo restaurar sus reservas de chakra y las fuerzas en general.
Sería a las cinco de la madrugada que escucharía un trompetazo extremadamente fuerte, sacándola de sus sábanas. No tardaron ni un segundo y los hombres saldrían rápidamente a tomar el desayuno y turnarse para las duchas a ritmo de hormigas sincronizadas. Aunque como la kunoichi no era parte de esto, recaía un su propio criterio el madrugar como los demás o quedarse algún rato más en la cama.
El resto de la noche sería tranquila, siendo que ella podría tirarse a la colchoneta y cerrar los ojos sin más. Ni los ronquidos más duros de los operarios de la construcción podrían despertarla, pudiendo restaurar sus reservas de chakra y las fuerzas en general.
Sería a las cinco de la madrugada que escucharía un trompetazo extremadamente fuerte, sacándola de sus sábanas. No tardaron ni un segundo y los hombres saldrían rápidamente a tomar el desayuno y turnarse para las duchas a ritmo de hormigas sincronizadas. Aunque como la kunoichi no era parte de esto, recaía un su propio criterio el madrugar como los demás o quedarse algún rato más en la cama.