1/09/2021, 21:53
Kaido sonrió, mientras se quitaba la capucha. Su larga cabellera azul cayó como olas de mar sobre su espalda, y su típica sonrisa socarrona vio luz en aquél vagón. No dijo nada, sino que dejó escapar una pequeña carcajada y, habiéndole ella señalado el asiento, inmediatamente lo cogió.
—¿Qué prefieres? ¿Una charla amena para conocernos mejor? ¿O deseas que vayamos directo al asunto del porqué te he contratado? ... Estoy aburrida y me gustaría hablar la verdad, pero si no estás de humor, puedes preguntarme lo que quieras al respecto de la misión.
— No le voy a negar que para mí sería un placer entretenerla con una charla amena y casual, que no por nada mis amigos dicen que soy un excelente conversador; pero el tiempo apremia, señorita Homura. Por favor, hábleme respecto a la misión. Entiendo que el País del Viento está ahora mismo sumido en una guerra de varios frentes y que vosotros los ciudadanos sois los que estáis padeciendo las secuelas de tantos enfrentamientos, ¿no es así?
—¿Qué prefieres? ¿Una charla amena para conocernos mejor? ¿O deseas que vayamos directo al asunto del porqué te he contratado? ... Estoy aburrida y me gustaría hablar la verdad, pero si no estás de humor, puedes preguntarme lo que quieras al respecto de la misión.
— No le voy a negar que para mí sería un placer entretenerla con una charla amena y casual, que no por nada mis amigos dicen que soy un excelente conversador; pero el tiempo apremia, señorita Homura. Por favor, hábleme respecto a la misión. Entiendo que el País del Viento está ahora mismo sumido en una guerra de varios frentes y que vosotros los ciudadanos sois los que estáis padeciendo las secuelas de tantos enfrentamientos, ¿no es así?