2/09/2021, 03:23
Homura se alejó unos pasos, como si estuviera previniéndose de algo. Se apartó unos tres metros de ambos, mientras se llevaba las manos al pecho y observaba al tiburón y al corcel.
Galante posó sus ojos en los del shinobi, resoplando vapor por sus fosas nasales sin apartar la mirada de encima del muchacho de piel azulada. Estaba tenso y erguido, observando la mano del contrario y esperando que hacía este con su sonrisa. Era como si buscase algo, pero era difícil saber que era lo que el equino pensaba. Homura siguió observando, escondiéndose detrás de uno de los pilares de madera. Galante sacudió la cola, y esperó pacientemente a ver cuál sería el siguiente movimiento del joven. La muchacha suspiró.
—Diablos. Esperaba que saltara o intentara tirar un mordisco... — Dejó ambos brazos colgando. —Eres la primera persona a la que no ha atacado nomás conocerla, que lo sepas — Caminó hasta el interior del establo, buscando unas riendas y una silla de montar, acercándose al caballo para colocárselas mientras este ignoraba a la chica. —No te fíes. Galante nunca es totalmente leal a nadie — Le quitó el heno de enfrente al animal, colocando el arnés en su cabeza ante lo que el animal se resistió un poco. —Pasó lo fácil, viene lo difícil — Homura abrió la puerta del establo.
El animal volvió a observar a Kaido, con mirada enigmática y resoplando de nuevo.
Galante posó sus ojos en los del shinobi, resoplando vapor por sus fosas nasales sin apartar la mirada de encima del muchacho de piel azulada. Estaba tenso y erguido, observando la mano del contrario y esperando que hacía este con su sonrisa. Era como si buscase algo, pero era difícil saber que era lo que el equino pensaba. Homura siguió observando, escondiéndose detrás de uno de los pilares de madera. Galante sacudió la cola, y esperó pacientemente a ver cuál sería el siguiente movimiento del joven. La muchacha suspiró.
—Diablos. Esperaba que saltara o intentara tirar un mordisco... — Dejó ambos brazos colgando. —Eres la primera persona a la que no ha atacado nomás conocerla, que lo sepas — Caminó hasta el interior del establo, buscando unas riendas y una silla de montar, acercándose al caballo para colocárselas mientras este ignoraba a la chica. —No te fíes. Galante nunca es totalmente leal a nadie — Le quitó el heno de enfrente al animal, colocando el arnés en su cabeza ante lo que el animal se resistió un poco. —Pasó lo fácil, viene lo difícil — Homura abrió la puerta del establo.
El animal volvió a observar a Kaido, con mirada enigmática y resoplando de nuevo.