4/09/2021, 14:54
— ¿Hola? ¿Hay alguien?
— Oh, ¡el repartidor de leche!
Se escuchó al instante del otro lado de la puerta. Tras unos breves pasos la puerta se abrió con un suave deslizamiento vertical. De abajo a arriba.
Lo primero que verían es a un chico que solo le sacaba unos diez centímetros de altura a Kimi, lo cual era poco para lo bajita que era. Era rubio y tenía el pelo corto, vestía una camiseta de color amarillo pastel y unos pantalones marrones. Además, claro, de una mueca de decepción instantánea.
— Vosotras no sois el repartidor. — las revisó con sus ojos marrones durante un segundo. — Ni traéis leche.
Detrás se veía una estancia iluminada y una puerta a pocos metros tras él. Estaba parado en el marco de la puerta así que no se podía ver mucho más.
— Oh, ¡el repartidor de leche!
Se escuchó al instante del otro lado de la puerta. Tras unos breves pasos la puerta se abrió con un suave deslizamiento vertical. De abajo a arriba.
Lo primero que verían es a un chico que solo le sacaba unos diez centímetros de altura a Kimi, lo cual era poco para lo bajita que era. Era rubio y tenía el pelo corto, vestía una camiseta de color amarillo pastel y unos pantalones marrones. Además, claro, de una mueca de decepción instantánea.
— Vosotras no sois el repartidor. — las revisó con sus ojos marrones durante un segundo. — Ni traéis leche.
Detrás se veía una estancia iluminada y una puerta a pocos metros tras él. Estaba parado en el marco de la puerta así que no se podía ver mucho más.